Ética animal en las aulas
A las clases online del programa educativo hemos accedido personas de distintas partes del mundo, evidenciando que el interés que ha causado la iniciativa es aplicable más allá de nuestra frontera. Compañeros de Perú, Bogotá, Uruguay, México y Argentina hemos asistido.
Asisto desde hace unos meses a un ciclo de talleres para docentes, dentro del programa educativo Ética animal: entendiendo el mundo más allá de nuestra especie, elaborado de forma conjunta por Ética Animal y Aula Animal. La primera es una organización creada para aportar información y promover el debate sobre cuestiones de ética animal, y para ofrecer recursos útiles a quienes defienden a los animales; el segundo es un proyecto educativo que lleva a cabo iniciativas que fomentan el respeto a los animales en la infancia y en la adolescencia, siendo la escuela un espacio clave para el desarrollo del pensamiento crítico y para la transformación social. Lo realizan a través de la educación de docentes en las aulas o personas que realizan labores divulgativas en defensa de los animales y que trabajan desde la participación y la reflexión.
Dar voz a los animales es una acción que llevamos realizando muchos años aquellos que defendemos sus derechos. Antes incluso de que se entendiese que los tienen. Hacerlo desde las aulas, con la formación y el rigor adecuado vislumbra los cambios que esta sociedad está sufriendo en materia de defensa animal, alcanzando el compromiso con todas las especies, sin que aquellas que consideramos inferiores -dependiendo a la que pertenezcan- salgan aún más perjudicadas.
La llegada de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales en septiembre del año pasado ha puesto en el punto de mira muchas cuestiones acerca del desacuerdo existente en la sociedad sobre el trato que damos a los animales con los que convivimos. Ninguna ley debería dictarnos la actitud ética que mantenemos con los seres vivos del planeta. Debería bastar el sentido común para establecer algo tan básico como lo que está bien o lo que no en nuestro comportamiento con los animales no humanos. Por este motivo este programa educacional es tan relevante, porque lejos de dejar al azar los comportamientos éticos, la organización ofrece los recursos necesarios para enseñar a reflexionar sobre cómo es nuestra relación con los demás animales y cómo son tratados en la sociedad.
El objetivo del programa educativo es implementar contenidos de ética animal en las clases de primaria, secundaria y bachillerato, con el cuestionamiento continuo de aquellas situaciones que hemos normalizado desde pequeños, dándolas por buenas, a pesar de las consecuencias que esas acciones tengan sobre los animales sintientes. En las docencias se plantean preguntas que invitan al pensamiento crítico, a la posterior reflexión y a tomar conciencia. Los alumnos de secundaria y bachillerato tienden a cuestionar lo que hay a su alrededor, aquello que viven en sus hogares o visualizan en el barrio, revisan los conceptos y establecen el debate a partir de los planteamientos propuestos. En primaria el papel de la familia es fundamental. Sin embargo, el docente tiene un papel importante al ofrecerles una visión adaptada a su edad para acercarles conceptos como maltrato animal, sufrimiento, sintiencia o empatía que ya están vigentes en la sociedad.
A las clases online hemos accedido personas de distintas partes del mundo, evidenciando que el interés que ha causado la iniciativa es aplicable más allá de nuestra frontera. Compañeros de Perú, Bogotá, Uruguay, México, Argentina y desde nuestra Guadalajara, hemos asistido con la expectativa de encontrar las herramientas adecuadas para seguir concienciando.
La enseñanza es un vehículo de cambio y es transformadora de la sociedad con su potente mensaje. No obstante, si las acciones que se producen en nuestro entorno son contrarias, la situación provocará una gran confusión. Por eso es tan importante establecer recursos en los jóvenes y adolescentes para comprender lo que sucede a su alrededor e invitar a reflexionar al alumnado y poner en práctica las diferentes opciones que la vida pone delante de sus ojos, adoptando aquellas que ellos deseen llevar a cabo.
Lograr que nuestros actos causen el menor daño posible a los animales, es tarea ingente. Sin embargo, la organización anuncia que en breve lanzará otro ciclo formativo con contenido de utilidad para docentes en universidades. Asistiré nuevamente. Si algo tengo claro es que el camino de la prevención ante el maltrato animal comienza en la educación.