Fallece el sacerdote Agustín González, histórico párroco de Atienza
Puso en marcha los tres museos de arte religioso y paleontología de la localidad. Será enterrado este martes. Recibió la Medalla de Oro de la Diputación y de la Junta de Comunidades y era Hijo Adoptivo de Atienza, donde una plaza lleva su nombre. (Galería fotográfica)
Don Agustín, como le conocían todos sus amigos feligreses, especialmente de Atienza y sus pueblos cercanos ha fallecido a la edad de noventa y dos años en la Casa Sacerdotal de Guadalajara.
Natural de Prados Redondos, en la tierra Molinesa, fue ordenado sacerdote el 16 de Abril de 1963, habiendo cumplido antes la formación y licenciatura en Medicina por la Universidad de Valencia.
Con la muerte de Agustín González nos dice adiós una persona excepcional. Un sacerdote humano, cercano, que recaló en Atienza hasta prácticamente el final de su trayectoria desde el inicio de los años ochenta. Atienza fue su segunda parroquia tras breve su estreno en Valverde de los Arroyos. Él tenía pensado marchar a la América Hispana, como misionero pero Dios dispuso regalarnos su presencia en esta Villa.
Desarrolló con su labor pastoral una ingente tarea de recuperación del Patrimonio Eclesiástico. Fue una actitud de sabio renacentista que tomó cuerpo en la restauración de siete iglesias y ermitas, en la puesta en marcha de tres museos de arte religioso y paleontología, San Gil y San Bartolomé y de arte religioso y conservación de memorias históricas como La Trinidad y la Caballada. Sería prolijo detallar toda su obra, archivos, documentaciones, mobiliario de arte, mecanización de las campanas, un largo etcétera.
En su proximidad con las gentes de Atienza fue sumamente cordial, profesor de Religión en el colegio, hoy CRA Serranía de Atienza y también profesor de asignaturas de los cursos oficiales en el de Enfermería de Guadalajara, abad de múltiples Cofradías , no sólo por su cargo de párroco sino por su simpatía con la gente. En la Caballada, donde montaba con soltura el Domingo de Pentecostés, entró como hermano ordinario además de como Abad.
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Fue reconocido por todas las instituciones públicas por su labor, Medalla de oro de Diputación, de la Junta de Comunidades, Hijo Adoptivo de Atienza, una plazoleta, la de detrás de San Gil, lleva su nombre, el entorno de la cultura contó siempre con su ayuda y mutuo reconocimiento, consiguió que Atienza haya mantenido un nivel extraordinario como Conjunto Histórico Artístico.
En la permanencia de la extinta Residencia de Ancianos, era el alma animadora de los residentes que lo consideraban un padre y los niños, todos los niños de Atienza, de los últimos cuarenta años, han mantenido el feliz recuerdo del día de su Primera Comunión que él les impartió.
Ha fallecido por que la vela de su existencia estaba ya gastada de tanto darse a los demás. Descanse en Paz.
El martes será su entierro con misa funeral en la Concatedral de Guadalajara a las diez de la mañana. Se podrá velar el lunes a lo largo de todo el día en el Tanatorio de Guadalajara junto al Hospital General y en su honor el Ayuntamiento de Atienza ha declarado dos días de luto oficial.
Se nos va un amigo, un regalo de los que la Vida de vez en cuando nos hace.