¡Feliz Navidad!, ni encogidos ni estirados

20/12/2019 - 13:48 Fernando Almansa

Parece que muchos cristianos y sus instituciones nos encogemos para no mostrar en que creemos y cual es el motivo de nuestra alegría.

Con motivo de las Navidades son muchas la felicitaciones que nos llegan, ahora la mayoría por correo electrónico o whatsapp.

Me llegó, estos días, la de algunos compañeros de la Universidad jesuítica de Deusto, la tarjeta navideña era una animación luminosa que daba forma a un abeto encendiendo luces por todos lados, y con un “viajamos contigo hacia la excelencia”, según rezaba el texto; (es lo único que rezaba en esta felicitación).

Me quedé, triste debo confesarlo, ¿es ésta la felicitación que una Universidad de los Jesuitas envía, para alegrarse y celebrar el nacimiento de Jesús? O ¿es una rutina más descafeinada al máximo, para adaptarse a la supuesta asepsia social en la que se puede mencionar Navidad como sucedáneo de luces, consumismo, y merengue emocional de pacotilla, pero está mal visto mencionar la Natividad Jesús, que en el fondo es lo que celebramos?

Y si el mensaje final es la excelencia, ¿de que excelencia hablamos?,¿de la intelectual?, ¿de la profesional? o ¿de la moral?,  ¿de la caridad, de la humildad…? 

¿Luces, consumo, excelencia, es el mensaje de los cristianos de hoy?, o ¿más bien: pobreza, humildad, compromiso, exigencia y excelencia en el hacer y el servir?.

Parece que muchos cristianos y sus instituciones nos encogemos para no mostrar en que creemos y cual es el motivo de nuestra alegría; otros parecen estirarse por demás mostrando imágenes de niños jesús en balcones, y portales por doquier, a veces  fuera de contexto.

A mis amigos de Deusto y a todos los cristianos les felicito por creer en Jesús nacido en una cueva y asesinado en una cruz, por puro amor a la humanidad y neta coherencia. A los no cristianos y no creyentes, les comparto mi alegría y me reitero en mi compromiso de humildad, de seguir intentando hacer el bien contra viento y marea y buscar la excelencia a la que Jesús nos llama, en el amor, en lo ético y en lo profesional.

¡Feliz Natividad de la revolución del amor, de Jesús, el crucificado, a creyentes y no creyentes!