Hay que ser puntuales
¿Nos procurarán las urnas, tras sufridos votaciones por correo y abstenciones por el calor, unos representantes dignos el 23J, víspera de la festividad de Santiago? Ojalá. Pero no tiene mucha pinta.
Mi pueblo, Labros, y los casi vecinos de Cubillejo de la Sierra y Sisamón forman parte de la escasa cuarentena de parroquias de toda España dedicadas al apóstol Santiago. Así está grabado en un muro de la catedral compostelana. A este santo, el más importante de nuestro país, se le llamó (Sant) Yagüe en romance. Un honor.
Con el trajín de las elecciones que nos parten el verano y la bronca mediática final, el otro día recordé un chiste popular, oído en alguna parte. Narraba que Dios convocó a los Santos patronos de todas las Naciones del mundo para otorgarles tres gracias.
Santiago -sigue la historia- se presentó a las siete. Había estado en los toros. Pidió al Todopoderoso como primera gracia que le otorgase siempre a España unos gobernantes buenos y eficaces. Y como segunda, que fueran a votar siempre que se les convocase.
La historiografía muestra que la petición cayó en saco roto. Los historiadores profesionales, aficionados o de barra de bar ni siquiera salvarían como buenos regidores a los llamados reyes católicos Isabel y Fernando, al cardenal Cisneros, a Carlos III o a Felipe González.
España tiene este problema, como una maldición. Es dudoso que las recientes municipales y autonómicas nos hayan traído aceptables. Los ganadores fuera de Cataluña y Euskadi, PP y Vox, andan en guerra de sillones. En otras, con victorias por los pelos como la de Page, también están a siglos luz de Marco Aurelio señalado por los expertos como el mejor.
¿Nos procurarán las urnas, tras sufridos votaciones por correo y abstenciones por el calor, unos representantes dignos el 23J, víspera de la festividad ? Ojalá. Pero no tiene mucha pinta. Parece que la única mayoría imbatible y constitucional de PP+PSOE o viceversa, en lugar de sumas Frankenstein, es imposible.
Moraleja: Primero hay que ser puntuales y segundo, acudir a votar.