Herranz Barquinero, un autor molinés


Estos días es noticia el molinés Ricardo Herranz Barquinero, por haber presentado, así de golpe, cinco libros que ha ido elaborando en los pasados años, con los que viene a demostrar el valor hondo de sus investigaciones y saberes: ciencias como la onirología, la numerología y la futurología.

Una de las constantes de los molineses ha sido el pensar meditado, el estudio y la reflexión sobre el entorno. Desde figuras como Diego Sánchez Portocarrero, historiador del Señorío, a Anselmo Arenas, jurisconsulto y político liberal, acabando en Aurora Egido, muchos son los que han dejado su huella en los lomos y las enjundias de las bibliotecas más vetustas.

Es ahora un escritor molinés quien viene a ocupar esta página de entronamientos por haber concluido y dado a prensa cinco libros en los que muestra, plenamente, su capacidad de análisis de la realidad, por remota y periférica que parezca. En tres temáticas se ha sumergido y en las tres ha conseguido poner, con claridad y precisión, sus rasgos claves. Apostando por este camino difícil y comprometido, en el que hoy día muy pocos se lanzan– de la investigación en ciencias humanas, Ricardo Herranz Barquinero se hace merecedor de esta ingrávida medalla al tesón y a la sabiduría.

La Onirología

Nos dice Herranz que “dormir es necesario tras un duro día, pues nuestro sueño resulta reparador al hacer “borrón y cuenta nueva”, como si nuestro cerebro fuese un ordenador, al que a diario debemos someter a un reset, pues por suerte, sigue trabajando mientras descansamos”. Quizás sea esta visión del sueño como “ejercicio reparador”, que nos sale gratis, lo que explica Herranz en la base e inicio de sus estudios sobre el sueño. Y aún insiste, en la probada eficiencia resolutiva del sueño ante problemas que nos bloquean durante la vigilia. “La solución es dar una cabezada, y ya medio dormido, “¡Eureka!”, nos llega la solución, encendiéndose la famosa bombilla”.

Acaba de ofrecernos Herranz en una trilogía de más de 600 páginas, su visión de los Sueños. En el segundo de los tomos, nos cuenta cómo un experimento realizado hace ya 30 años, por un profesor a sus alumnos de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria, al preguntarles por los sueños que solían tener, dio como resultado unas respuestas que no le dejaron indiferente, y las anotó para hacer una “cápsula del tiempo”. Tras ello, y al reunirse al cabo de un tiempo con sus alumnos, comprobó cómo aquellos sueños fueron determinantes en sus vidas, tanto en sus puestos de trabajo como en sus familias.

“¿Por qué soñamos y para qué sirven los sueños? ¿Qué significan? ¿Por qué a veces los experimentamos de una forma tan intensa y realista?, y ¿por qué no siempre podemos acordarnos de ellos al despertarnos? Las experiencias oníricas son una de las cuestiones más fascinantes e interesantes de la naturaleza humana. Y es que, bien pensado, al dormir tu cerebro descansa y recarga las pilas creando historias e imágenes mentales, que a veces parecen reales, pero aunque suene a ciencia ficción en realidad no lo son”. Son estas frases las introductorias al amplio tratado o “Enciclopedia de los Sueños” que el molinés Herranz Barquinero nos ofrece ahora. Y que convendría leer, aunque sea a pocos, para conocernos mejor y aprovechar las capacidades que nuestra biología ofrece sabiendo aprovecharla bien.

Casa natal de Herranz en Tortuera.

 

La Numerología

Otro de los libros que acaba de ver publicados Herranz es el titulado “Todo está en los números”. Se trata de un estudio sobre distintas técnicas basadas en números que vienen a resultar muy interesantes para adivinar el futuro de cada uno en base a nuestro signo del Zodíaco. Con la ayuda de la numerología se puede determinar nuestro número personal a partir de la hora, día, mes y año de nacimiento, lo que da como resultado una cifra entre 1 y 9. Una vez que poseemos estas cifras, al trasladarlas a nuestro signo zodiacal, podemos determinar nuestra forma de ser y nuestro porvenir. En la numerología de Herranz todo en nuestra vida se traduce en números, y cuanto nos rodea está ponderado y “numerado” de forma que como en un puzzle gigantesco y poliédrico, todas las piezas encajan. Es la vieja pasión humana por comprender, por enlazar el pasado con el futuro, por tener referencias claras para seguir una ruta de éxitos.                                                                                            

La Futurología

Esa tercera esquina que compone el “triángulo del saber” que nos ofrece nuestro paisano es la que denominamos “futurología” y en base a prospecciones del pasado, a estadísticas y a intuiciones, cabe plantearse si se puede conseguir poner rectas esas líneas aún no escritas de nuestro futuro personal, y del de la sociedad en que vivimos.

Herranz pasa del análisis del futuro “en general”, a la forma en que otros han contemplado ese futuro, que hoy es presente para nosotros. Y así nos ofrece en su libro un resumen completo de las predicciones del francés Nostradamus, profeta del siglo XVI, y de Baba Vanga, vidente búlgara del pasado siglo. Y así, en base a lo que pronosticaron para el siglo XX, podemos ahora analizar si realmente llegaron a acertar o no, y a continuación ver en qué medida podría afectarnos lo que ellos visionaron para un futuro “ya actual” y también a largo plazo. Capítulos como “La tercera guerra mundial” o aún la cuarta que la seguirá después, el desastre sobre Nueva York, el huracán sobre Miami y la catástrofe que asolará a Europa, son elementos planteados por aquellos videntes que hoy van cumpliéndose línea tras línea. En todo caso, la futurología que nos ofrece Herranz es muy doméstica y fácil de comprender, útil para el día a día.

Ricardo Herranz Barquinero, escritor molinés.

Ricardo Herranz Barquinero

Natural de Tortuera, en el Señorío de Molina (1968), hizo estudios universitarios en  la Universidad Complutense de Madrid donde se licenció en Ciencias Políticas  y Sociología, y es doctorando en Economía Financiera a través de la Autónoma. Es además Máster en Dirección de Empresas por el IADE, contando con otros máster en Archivística por la UNED, en Educación Física y en Dirección de Recursos Humanos por la UPM.  

Dio clases como profesor en un Colegio de Madrid durante 7 años, y fue funcionario del Ayuntamiento de Madrid, hasta que en 2009 accedió a la dirección del Archivo Municipal de Paracuellos de Jarama, donde ejerce actualmente, y es miembro del Grupo de Archiveros Municipales de la Comunidad de Madrid.

Nació en una familia molinesa por los cuatro costados: su padre era de Rueda de la Sierra, y su madre de Tortuera. Sus hermanos, uno de Sidney, y otra de Madrid. El mayor nació donde sus padres fueron a trabajar, en Australia, en los años de la emigración. Y él nació al regreso. Aunque su padre circunnavegó el mundo, todos se han sentido siempre profundamente molineses, que es un destino muy serio. A Ricardo Herranz, hombre de profundas raíces occidentales, religiosas y culturales, le gusta el ajedrez, disputando a diario alguna partida (contra su ordenador) y la música, de tal modo que aún está, año tras año, mejorando su piano. Pero le gusta, sobre todo, leer, pensar y finalmente escribir. Una “rara avis” a la que toca aplaudir, porque hay pocas.

La de Herranz es una actividad incansable de estudio e investigación. De ella han nacido varios libros, aparte de los hoy considerados. Fueron los dos primeros orientados a historiar dos fortalezas medievales madrileñas, hoy ya desaparecidas: la de Malsobaco en Paracuellos, sobre el Jarama, y la de Valderradela en Chinchón sobre el Tajuña. Ha aportado también interesantes trabajos a la temática de la autoayuda y el camino a la felicidad a través del conocimiento personal, bajo los títulos de “Opiniones para ser feliz” (el libro que gustó a Punset…) y “Sé feliz siendo espiritual”. Poco después planteó en un libro titulado “El tres de oros y el cuatro de espadas” una interesante tesis sobre las pirámides de Egipto, la numerología y el análisis del pasado remoto, en un contexto novelesco en el que rinde un pequeño homenaje a sus padres. Su estudio constante en los ámbitos de la Numerología, la Futurología y la Onirología, le están colocando en un podio destacado entre los valores literarios y científicos españoles. En Guadalajara ya empezamos a estar orgullosos de esta figura molinesa que con su generosidad y buen hacer se nos aproxima siempre.