In Memorian a D. Antonio Herrera Riofrio, que fue director del grupo Virgen de la Peña


Con independencia del final de aquella primera etapa de la Rondalla, sin duda D. Antonio, a finales de la década de los 70 trajo aire fresco a Brihuega, y supo agrupar a algunos mayores y numerosos jóvenes, muchos de ellos niños que pronto maduraron musical y pastoralmente, gracias al trabajo incansable del maestro y padre, que de forma eficaz supo infundir su impronta y métodos propios.

Enseñó a tocar distintos instrumentos de cuerda típicos de una rondalla: bandurrias, laúdes, guitarras, triángulo, cascabeles, percusión etc.

Fue providencial contar con la colaboración de Reme Picazo, que además de tocar con gran profesionalidad y arte las castañuelas, integró en el grupo Virgen de la Peña las danzas típicas de nuestra tierra alcarreña, con trajes regionales y otros útiles que sirvieron para mostrar bailes de jotas, seguidillas y el típico paloteo.

Inicialmente el local donde ahora está Flores Zinnias, sirvió de lugar donde empezó a seleccionar para cantar y tocar, convocando a cerca de cincuenta chavales. Después en la actual Academia, donde está hoy la Banda de música de Brihuega, nos juntábamos para ensayar y aprender a bailar.

Poco a poco, durante algo más de dos años, logró formar un nutrido grupo, ofreciendo su primera actuación el 24 de julio de 1982.

Desde entonces hasta mediados del año 1988, el grupo fue creciendo en  calidad y cantidad, llevando el folclore castellano por numerosas localidades de la provincia. La incombustible Mila Pelegrina era y es la solista y principal protagonista de gran parte del repertorio musical.

No faltaría la música clásica con interpretaciones como Momento Musical y Serenata de Mozart; y brillaron con luz propia sus composiciones que hoy seguimos el Coro Rondalla interpretando con orgullo y nostalgia, tales como "Es Brihuega Jardín de la Alcarria", "Jotas de mi tierra" y otras más.

También hay que recordar el acordeón de Mari Carmen, Mari Ángeles y el mismo D. Antonio. Cómo animaban los descansos de actuaciones para que los mayores de los pueblos bailaran y disfrutaran de más música popular.

Coincidimos en aquellos intensos veranos de los 80 con José María Bris, presidente de la diputación provincial de Guadalajara, al final amigo y seguidor del grupo. De su mano, nos hizo recorrer prácticamente toda la provincia, especialmente los pueblos más pequeños y recónditos. Gran valedor del folclore y de los grupos de rondas y rondallas.

Fueron años vividos con intensidad, pasión, alegría, como la que siempre él mostraba con su sonrisa, aunque otras  muchas veces su seriedad transmitía seguridad en el grupo para una mayor concentración. Pero también la convivencia y diversión formó parte del espíritu del grupo. Así, las excursiones fueron un justo premio a tanto esfuerzo y dedicación.

Su huella siempre ha quedado especialmente en los que integramos aquella agrupación y este coro rondalla.

Probablemente no fue acertada aquella decisión de donar el equipo fuera de Brihuega, pero a pesar de los errores, que todos siempre tenemos en la vida, quedará siempre esa gran labor, no solo musical, pues hoy día, más de tres décadas después de su marcha, sigue escuchándose su música, y afortunadamente seguimos ahí sus amigos y discípulos en su querido, hoy Coro Rondalla Virgen de la Peña de Brihuega.

¡Siempre estarás con nosotros, pero cuida tu también desde el cielo a éstos que te queremos y recordamos con cariño y agradecimiento!

 

Ade Ortega Caballero y Coro Rondalla Virgen de la Peña.