Inmigrantes que cobran ‘dos duros’ por regar con agua del Tajo el subdesierto de Almería

09/02/2023 - 16:19 M.A.M.

En Nijar (Almería) el clima es Mediterráneo Subdesértico. Bajo un intenso calor, en invernaderos, sin contrato, trabajan a muy bajo precio cientos de inmigrantes subsaharianos en unas estructuras de plástico cuya temperatura provoca en ocasiones golpes de calor y cuya actividad, a la que se dedican hasta 14 horas diarias, causa fuertes dolores de cadera y espalda, infecciones en la piel e intoxicaciones por químicos. FOTO: ALIANZA POR LA SOLIDARIDAD

Forzando la naturaleza, porque se trata de unas tierras improductivas. Sin embargo, gracias al agua que se envía desde la cabecera del Tajo, a través de Entrepeñas y Buendía, las tierras almerienses forman parte de lo que se conoce la Huerta de Europa. A costa del desarrollo de los pueblos ribereños de estos pantanos, situados en Guadalajara.

 

Muchos de ellos se levantan a las 5 de la mañana para ir a una rotonda grande donde esperan hasta que lleguen los jefes. Allí es donde van los dueños de los invernaderos que llegan con su coche buscando mano de obra. Las jornadas pueden alcanzar las 14 horas por cinco euros la hora. Muchos de ellos no tienen papeles.

 

“Todo ello ocurre apenas unos días después de que hayamos visto al sector agrario de esa misma zona, y también de Murcia y de Valencia, reclamando el trasvase del Tajo, un río que se seca más cada año, para seguir aumentando el negocio”,señala en un artículo de opinión el diario Huffington Post.

“Y argumentando que generan mucho empleo. Es el mismo sector que ha levantado plásticos para 35.000 hectáreas de cultivos en el semidesierto almeriense; de ellas, unas 6.000 en Níjar, municipio donde ya se ha anunciado la ampliación de otras 1.000 hectáreas”, prosigue

La situación de chabolas ardiendo, desalojos forzados por miembros de la fuerza de seguridad en días pasados en Níjar, “nos trasladan irremisiblemente a esa España profunda, un tanto medieval, en la que los señores tenían al pueblo llano y campesino a su libre disposición, sin leyes ni cortapisas que impidieran una explotación cuasi esclavista”, continúa.

Esta ‘huerta de Europa’ almeriense, que según sus propios datos obtuvo en 2021, y por segundo año consecutivo, “un nuevo récord de exportaciones, con unas ventas de 4.898 millones de euros y pingües beneficios, nos aseguran que “es muy competitiva” y que genera mucho empleo, aunque los datos de quién está detrás, y en qué condiciones, son mucho menos transparentes”, ilustra.

El insostenible desarrollo agrario del Levante español “no puede tener como pilar de su competitividad en los precios, que por otro lado no dejan de subir, esta explotación de las personas migrantes. No es tolerable, primero, por la vulneración de derechos básicos humanos que supone y, además, porque está abocado al fracaso por el cambio climático”.

 

FUENTE: huffingtonpost.es