La gran riada del año 1961 en Guadalajara
Hoy, 18 de octubre se cumplen 59 años de la gran riada que sufrió Guadalajara así como numerosos pueblos de la provincia cercanos al cauce del río Henares. Fotografía de José López.
Por Eduardo Díaz
Hoy se cumplen 59 años de la gran riada que sufrió Guadalajara así como numerosos pueblos de la provincia cercanos al cauce del río Henares. Se daba igualmente la circunstancia de que la ciudad en ese mismo día de la tormenta se encontraba en plena celebración de las ferias y fiestas de otoño y con numerosos visitantes de numerosos lugares de España.
Todo comenzó cuando sobre las cinco y media de la tarde empezó una terrible tormenta de agua acompañada de granizo que se prolongó durante más de cuatro horas. El agua caída durante esas horas fue de aproximadamente 90 litros por metro cuadrado y como consecuencia de ello se produjeron numerosos destrozos en distintos puntos de la ciudad. En el lugar denominado como “ El Ventorro de Tetuán”, hoy conocido como la Vaguada, se produjo el total hundimiento de las tapias del Fuerte de San Francisco e igualmente el colector subterráneo de la colonia Sanz Vázquez quedó totalmente destrozado dejando un paisaje dantesco.
Pero sin lugar a dudas los daños más importantes se registraron en las proximidades del Puente Árabe sobre el río Henares. El barrio conocido popularmente como el de la Estación quedó totalmente inundado e igualmente el agua anegó la carretera nacional entre Madrid y Francia a su paso por Guadalajara, lo cual produjo que estuviera cortada durante varias horas con numerosos vehículos atrapados. Las personas que viajaban en su interior fueron alojadas en domicilios cercanos a la carretera y en el cuartel de ingenieros militares que se encontraba muy cerca del lugar de los hechos.
Debido a la gravedad de la situación, Radio Juventud de Guadalajara se convirtió en la voz oficial de la organización de la catástrofe emitiendo mensajes y recomendaciones por parte de las primeras autoridades de la ciudad, manteniéndose su emisión hasta altas horas de la madrugada que fue cuando regresó la normalidad y se volvió a abrir el tráfico en la carretera nacional.
Para no perjudicar a los comercios y feriantes que se hallaban instalados en el parque de la Concordia, el Consistorio Municipal en reunión urgente decidió no suspender los actos programados para el día siguiente. Uno de ellos era la celebración de una corrida de toros figurando en el cartel los afamados diestros: Curro Girón y Luis Segura, que salieron por la puerta grande ante el júbilo de los aficionados y pese a las dificultades que presentaba el albero del coso taurino muy dañado como consecuencia del agua caída el día anterior.
Finalizadas las fiestas, el alcalde de Guadalajara de aquella época, don Pedro Sanz Vázquez emitía un Bando Municipal dando las gracias a sus vecinos por la hospitalidad que habían tenido con los visitantes el día de la riada e igualmente recordaba que había solicitado la ayuda al Gobierno para reponer los daños causados en la ciudad por la terrible tormenta que había asolado a Guadalajara. Fue sin lugar a dudas la mayor tormenta que había sufrido la capital en su historia y que fue noticia en los medios de comunicación nacional como en los periódicos locales: Flores y Abejas y Nueva Alcarria.