La independencia del municipio de Marchamalo con la ciudad de Guadalajara

19/10/2025 - 11:34 Eduardo Díaz

Historia de una anexión y posterior desanexión en la que Fernando Olalla tuvo un papel determinante.

De manera sorpresiva en el Consejo de Ministros celebrado el lunes 8 de enero de 1973 se aprobaba la anexión del municipio de Marchamalo con la capital de la provincia de Guadalajara. Los habitantes del municipio gallardo, cuyo alcalde era Antonio Del Vado Margalest, no comprendían esta decisión tomada con un municipio con muchos años de historia y con una gestión de su ayuntamiento totalmente saneada.

   A partir de la publicación de la orden ministerial en el Boletín Oficial del Estado, todo lo referente al tema administrativo, económico, laboral y de alcaldía pasaba a manos del ayuntamiento de Guadalajara, presidido en aquella época por el alcalde Antonio Lozano Viñés. Con el paso del tiempo la empresa adjudicataria del transporte urbano de Guadalajara creó la línea número cuatro para unir la localidad gallarda con diversas paradas en la ciudad de Guadalajara y con horarios puntuales para llegar a la localidad de Usanos, la cual era y es una pedanía de Guadalajara.

   En 1981 el ayuntamiento de Guadalajara, presidido por Javier de Irizar Ortega, nombró como alcalde pedáneo de Marchamalo al vecino de la localidad campiñera, Fernando Olalla. A partir de ese momento Fernando Olalla fue considerado en su pueblo como un emblema del municipio, por su carácter dialogante y siempre en busca de lo mejor para su pueblo.

  Como Fernando Olalla era un veterano deportista y amante de los deportes como el cross y el ciclismo, consiguió a través de la Delegación de Obras Públicas la construcción de un “carril bici”, en la carretera CM-1002 en el tramo comprendido entre Guadalajara y Marchamalo a ambos lados de la calzada y protegido por guardarrailes. En la actualidad este carril destinado para bicicletas se encuentra totalmente impracticable, aunque es utilizado por peatones para desplazarse a ambas localidades. 

  Ante la insistencia de conseguir la independencia de Marchamalo, Fernando Olalla convenció al alcalde de Guadalajara, José María Bris Gallego, de convocar un Pleno Extraordinario el 29 de noviembre de 1993 para proponer al Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha la declaración de Marchamalo como Entidad de Ámbito Territorial Inferior al Municipio, declaración que fue aprobada por el Gobierno Regional, dos meses después de ser solicitada. 

El domingo 17 de noviembre de 1996 fue un día histórico para Marchamalo ya que en el Centro Social de la Plaza Mayor se celebró un Referéndum para que los vecinos decidiesen si continuaban unidos burocráticamente con Guadalajara o por el contrario decidían solicitar la independencia. Más del ochenta por ciento de marchamaleros se decantaron por pedir la independencia del municipio campiñero. Una vez finalizado el escrutinio el alcalde pedáneo, Fernando Ollalla, fue paseado a hombros por varios vecinos  por la Plaza Mayor, en agradecimiento por la lucha de la segregación de Marchamalo con la ciudad de  Guadalajara. En junio de1998 se aprobaba el expediente de separación administrativo de Marchamalo con la ciudad de Guadalajara y a partir del uno de enero de 1999; desgraciadamente Fernando Olalla fallecía tres meses después, sin poder vivir el momento por el que tanto había luchado durante su gestión como alcalde pedáneo.   

   La Nochevieja del 1 de enero de 1999 se celebró por todo lo alto en la Plaza Mayor de Marchamalo por la vuelta a la independencia del municipio con música con orquesta, fuegos artificiales y miles de brindis por el regreso de la autonomía administrativa a la localidad gallarda. Al día siguiente la Comisión Gestora presidida por Juan Armando Monge plantaba un olivo en la plaza del Pueblo para conmemorarlo.