Una joya histórica que se encuentra en el interior del ayuntamiento de Guadalajara: El antiguo arcón del siglo XVI

En tiempos pretéritos, los Reyes Católicos de España, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, promulgaron una orden para los concejos municipales. Fue dictada en Sevilla el 9 de junio de 1500, en ella se obligaba a los concejos a disponer de un edificio municipal con cárcel incluida y un arca con tres llaves para guardar las escrituras del Concejo Municipal e igualmente depositar los fondos económicos recaudados en impuestos.
   Según consta en el archivo municipal de Guadalajara, el Regidor Municipal de Guadalajara envió una misiva a los monarcas españoles, en la cual les indicaba que las reuniones del Concejo Municipal se realizaban en el interior de la parroquia de San Gil, lo cual impedía la creación de una cárcel en su interior e igualmente informaba de la próxima construcción de un edificio para el consistorio municipal en la Plaza Mayor de la ciudad. Efectivamente las obras para la construcción de un edificio municipal comenzaron en 1583 en la Plaza Mayor, inaugurándose al año siguiente. Siguiendo las órdenes de la orden pragmática de los Reyes Católicos se construyeron unos calabozos en el sótano de la Casa Consistorial e igualmente se encargó la realización de un arcón municipal. La caja de gran volumen se componía de una estructura metálica de forma rectangular, con adornos de flores en los refuerzos de hierro así como en cada clavo y remache. De manera curiosa se realizaron cuatro cerraduras y no tres como señalaba la orden dictada por los Reyes Católicos e igualmente los orificios de las llaves estaban protegidos por un pasador a modo de cerrojo. 

 
   Las llaves del arca municipal estaban en posesión del alcalde de la ciudad, de uno de los regidores municipales y por último del escribano del concejo. Cuando en el interior del arcón municipal se introducían o se sacaban documentos oficiales de la ciudad, los tres poseedores de las llaves debían de reunirse, ya que cada una de las llaves era distinta, e igualmente debían de levantar acta de todos los movimientos realizados. Este histórico cajón municipal estuvo vigente hasta finales del siglo XVIII, quedando posteriormente depositado en el interior del archivo municipal. 
   En abril de 2009 el Ayuntamiento de Guadalajara, presidido en aquella época por el alcalde Antonio Román Jasanada, decidió restaurarlo para exponerlo en la zona noble del consistorio municipal. Se encargó la obra de rehabilitación a la licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Alcalá de Henares, Elena García Esteban, que durante aproximadamente tres meses realizó una laboriosa restauración. Tuvo la ayuda del cerrajero urbano García Morales, el cual logró fabricar tres llaves pequeñas y una grande con  el objetivo de abrir la caja del siglo XVI. Sorpresa mayúscula fue el comprobar, cómo una vez abierto el arcón, en su interior apareció una moneda maravedí de la época del reinado de Felipe V.   
   Con gran pomposidad, el histórico arcón fue colocado en el primer tramo de las escalerillas de subida a la planta noble del ayuntamiento de Guadalajara.  Con el paso del tiempo el arca municipal fue llevada al final de la subida de las escaleras que es en donde se encuentra en la actualidad.