La leyenda del deporte de la canasta que militó en el Club Baloncesto Guadalajara: Vladimir Tkachenko

13/03/2022 - 11:42 Eduardo Díaz

El club presidido por Juan Manuel Hueli facilitó al jugador ruso una vivienda en el paseo de Fernández Iparraguirre y un vehículo de la marca Seat, que tuvo que ser adaptado en los talleres de Granizo. 

Una de las noticias más relevantes del deporte en Guadalajara fue la llegada del mítico jugador de la Unión Soviética, Vladimir Tkachenko, al club morado de baloncesto durante una temporada. Vladimir nació en la localidad rusa de Golovinka en el año 1957 y tras jugar unos años en el club de su ciudad, pasó a formar parte del histórico CSKA de Moscú, consiguiendo la Medalla de Oro en el  Campeonato del mundo de baloncesto en el año 1982 en Colombia, tras vencer a la selección de Estados Unidos.

La llegada de Tkachenko a la ciudad arriacense fue gracias al convenio que tenía la entidad morada presidida en aquella época por Juan Manuel Hueli con el Real Madrid de Baloncesto y en concreto a la influencia y amistad con el jugador ruso del que fue jugador y entrenador de la entidad blanca, Wayne Brabender. Vladimir llegó a Guadalajara el 8 de agosto de 1990 para firmar su contrato de una temporada y su presencia en la ciudad alcarreña no pasó desapercibida en los medios de comunicación, locales y nacionales. Tras conocer la ciudad durante dos días volvió a su país de origen para recoger a su familia y trasladarse posteriormente a nuestra ciudad, para intentar llevar al equipo morado a la ansiada categoría de la ACB.

En esta temporada1990/91, la entidad del Real Madrid cedió a los jugadores: Miguel Ángel Cabral, Gustavo Díaz, Ernesto Moreno, Ángel Cuesta, Fernando Román y Javier Ochoa que se unieron a Emilio López Goitia, Sánchez Burgues, el jugador local Óscar Roche y el flamante fichaje de Vladimir Tkachenco, con el principal objetivo de jugar las eliminatorias de ascenso a la máxima categoría del baloncesto español. 

El club presidido por Juan Manuel Hueli facilitó al jugador ruso una vivienda en el paseo de Fernández Iparraguirre y un vehículo de la marca Seat, que tuvo que ser adaptado en los talleres de Granizo con el alargamiento de los raíles del asiento del conductor para que Tkachenco pudiera entrar en su interior y conducirlo cómodamente.

En aquella temporada histórica, el club de Guadalajara combatía con equipos de gran envergadura como el Caja Madrid, Askatuak, Llíria, Gran Canaria hoy en la ACB, Santa Coloma, Hospitalet e igualmente el equipo de la localidad vecina de Azuqueca de Henares. Todas las canchas a donde acudía el Baloncesto Guadalajara se llenaban para ver al gigante ruso ya que con sus dos metros y veintitrés centímetros causaba asombro y sensación tanto en los jugadores rivales como en los asistentes a los partidos.

El equipo de Guadalajara estuvo durante varias jornadas como líder del grupo, pero una lesión inoportuna del jugador internacional ruso en su rodilla derecha y sus problemas estomacales, le obligaron a regresar a su país para ser examinado por galenos de su confianza y durante su ausencia el equipo perdió varios partidos, lo cual le imposibilitó jugar la ansiada liguilla de ascenso. El jugador ruso, una vez superadas sus lesiones, pudo regresar al final de temporada y su participación fue clave para salvar la categoría, sobre todo en la eliminatoria contra el equipo catalán del Hospitalet de Llobregat. En un partido histórico disputado en el polideportivo San José el cuadro alcarreño ganó por una diferencia de cuatro puntos, en un final no apto para cardiacos y que en caso de haber perdido hubiera supuesto el descenso a la categoría regional.

Una vez finalizada la temporada, Vladimir Tkachenco volvió a su país y dio por terminada su carrera baloncestística debido a las lesiones en sus rodillas y su espalda. En el año 2007 Vladimir Tkachenco regresó a Guadalajara como diplomático de Rusia para recordar su etapa en nuestra ciudad, siendo recibido en el Ayuntamiento de Guadalajara por el alcalde de aquella época Jesús Alique López que le entregó una placa conmemorativa en recuerdo a su inolvidable estancia en nuestra ciudad.