
La misma historia
Cuando se planifican las vacaciones se dan dos situaciones, que nuestras mascotas puedan o no acompañarnos al destino. Si no pueden, deberemos planificar con tiempo sus cuidados.
Un año más y el abandono de animales de compañía no varía. El estudio Él nunca lo haría elaborado por la Fundación Affinity del año 2024 indica que se ha producido un aumento de recogida de animales por parte de los refugios del 2% respecto al año anterior. No es alentador el dato: 800 animales abandonados cada día, 24.333 cada mes. También recoge la observación de que este es el dato oficial, ya que no se tienen en cuenta aquellos animales que no se plasman en las cifras oficiales por distintos motivos bien porque mueren antes o porque son recogidos y adoptados por otros particulares.
El estudio nos da una cifra concreta, 292.018 animales recogidos divididos entre 173.867 perros y 118.151 gatos. Aquellos de ustedes que hayan leído algún artículo anterior creerán estar leyendo algo que les resuena y tienen razón. Se repite la misma historia, aunque estamos en un año distinto y este sea un artículo completamente nuevo. El del año pasado se tituló Él nunca lo haría, publicado el 28 de junio, pero de 2024. Entre las soluciones que plantea el estudio para paliar la situación aconsejan controlar la reproducción para evitar las camadas indeseadas, conocer mejor al animal para mejorar no solo el vínculo con él sino la convivencia, adoptar para equilibrar la balanza y paliar el problema del abandono, e identificar a perros y gatos como acto de responsabilidad que aumenta las posibilidades de recuperarlo en el caso de pérdida.
En la lista de los principales motivos de abandono las vacaciones están con un 2% de porcentaje, es decir, afecta a 5.840 de esos animales. Parece un porcentaje pequeño, pero para al animal que se encuentra en ese baremo el abandono por no ser parte de su familia en el período que parten hacia el destino vacacional le cambia la vida.
Cuando se planifican las vacaciones se dan dos situaciones, que puedan o no acompañarnos al destino. Si pueden hacerlo, resuelto el problema. Si no pueden, deberemos planificar con tiempo sus cuidados y elegir la opción que mejor se ajuste a sus necesidades. Para los perros las residencias es una opción fundamental, también las hay para gatos. Las casas de amigos son un recurso recurrente para los canes, sin embargo, con los gatos se prefiere que los amigos o familiares acudan a casa a cuidarlos. Se cuenta con la buena intención de las partes, sin embargo, son numerosos los casos en los que los animales a cuidar se pierden en los paseos o se escapan por ventanas o al abrir la puerta del domicilio, hecho que se da más en gatos. En este escenario la figura de la catsitter aparece como opción. Se trata de una profesional cualificada con formación especializada y con experiencia en el cuidado de gatos que está preparada para actuar en caso de emergencia y sabe manejarse con felinos que tienen problemas de comportamiento. Porque no cualquiera es capaz de afrontar las emergencias que pueden ocasionarse en nuestra ausencia, aunque parezca que sí. El servicio se inicia con una primera visita para conocer al animal que va a cuidarse, también a los tutores. En ese primer contacto se evalúan las necesidades del animal, se informa de sus enfermedades, si necesita medicación puntual o habitual, se habla de comportamiento, de alimentación, de rutinas, hábitos de juegos o si tiene acceso al exterior. El veterinario que le atiende estará informado de que durante el período vacacional, en caso de necesidad, acudirá la catsitter a consulta. Importante para la profesional será marcar pautas de seguridad en la casa para el tiempo que el gato se encontrará solo y recomendará aquellas que sean necesarias para evitar accidentes indeseados, siempre en busca de garantizar la seguridad y el bienestar del animal. Sus servicios garantizan la tranquilidad de los tutores.
Familiares, amigos, residencias o catsitter se encuentran al alcance de cualquiera que esté interesado en atender a su animal de compañía incluso, estando de vacaciones y que, al volver a casa, ellos le reciban con el respeto que merece la decisión tomada. Porque como bien dice mi amiga Cris, hay infinitas opciones antes de abandonar, él nunca lo haría.