Las antiguas palomas mensajeras del cuartel de San Carlos de Guadalajara

29/01/2023 - 12:18 Eduardo Díaz

El lugar elegido para el palomar de Guadalajara fue el cuartel de San Carlos que se encontraba al principio de la calle Madrid. Su situación era estratégica ya que enfrente se encontraba la iglesia de los Remedios.

Por Eduardo Díaz

A finales del siglo XIX se creó el servicio de Palomas Mensajeras para las comunicaciones militares. En concreto fue en el año 1884 y paralelamente a este servicio se formó la sección de Colombofilia, que se encargaba de la técnica para el adiestramiento y cuidado de las palomas mensajeras. 

En el año 1914 el servicio de Palomas Mensajeras, que tenía diversos palomares en numerosas localidades de España, se unificó en el Palomar Central de Guadalajara que ya llevaba abierto desde el año 1879. Las palomas mensajeras, traídas a Guadalajara, procedían de Bélgica, realizando su función a través de mensajes escritos y cifrados.

El lugar elegido para el palomar de Guadalajara fue el cuartel de San Carlos que se encontraba al principio de la calle Madrid. Su situación era estratégica ya que enfrente se encontraba la iglesia de los Remedios, lugar desde donde se controlaba la entrada y salida de las aves al palomar. Igualmente, y a pocos metros se hallaba la Academia de Ingenieros que perdió su actividad militar en el pavoroso incendio de la madrugada del 10 de febrero de1924, dejando a la mayoría de los departamentos castrenses en cenizas. 

El responsable del servicio de las palomas mensajeras en Guadalajara era el general Pedro Vives Vich. Este glorioso militar fue el primer jefe de la Aerostación y Aeronáutica Militar en el antiguo almacén de globos de Guadalajara en la zona denominada como los Manantiales. Gracias a su conocimiento de la ciencia de la Colombofilia, consiguió que las palomas mensajeras tuvieran un gran sentido de la orientación, esas aves voladoras realizaban distancias de más de doscientas leguas con una velocidad media de 70 kilómetros a la hora.

La labor de este histórico general, nacido en la localidad catalana de Igualada en 1858 y fallecido en Madrid en 1938, fue reconocida por el Ayuntamiento de Guadalajara con la colocación de un monumento a su nombre en el céntrico parque de la Concordia. Fue en la fría y lluviosa mañana del 26 de enero de 1960 cuando se inauguró la estatua en su honor en presencia de autoridades civiles y militares, siendo  bendecida por el obispo de la diócesis de Sigüenza. El 20 de junio de 1976, con motivo de la jornada de exaltación alcarreña, se descubrió un mosaico en su honor en uno de los laterales del archivo militar de Guadalajara. En la actualidad este mosaico se puede observar en la avenida del Ejército, justo a la entrada principal del archivo militar.

El palomar del acuartelamiento de San Carlos permaneció operativo hasta el verano del año 1927, siendo trasladado al regimiento de transmisiones de la localidad madrileña de El Pardo. En el año 2010 el Servicio de Palomas Mensajeras del Ejército se suprimió de manera definitiva.