Las Brujas: A los niños también nos gusta el miedo

06/11/2020 - 16:30 J. Pastrana

Aunque no llegue a la altura de su predecesora, puede ser perfectamente válida para una tarde familiar... siempre que a los niños no les eche para atrás tener un poco de miedo. 

Yo podría haber hundido la carrera de Angelica Huston. Ni siquiera me habría hecho falta un buen abogado. Imaginen un juicio a la americana, con jurado y un público respetuoso, esperando escuchar la declaración de un tierno infante de mirada asustada. Habría bastado con ponerme unos breves segundos de Angelica quitándose su disfraz en La Maldición de las Brujas para que yo me derrumbara. Y zas, a ver qué agente de publicidad remontaba eso.

La infancia se compone de recuerdos… y el amor por el cine también. Todo está en la infancia, que diría aquel. También La Maldición de las Brujas y la fascinación por el miedo. Que aquello me traumatizo, seguro. Que la película es una de mis preferidas, también. Ser niño no es ser débil, como parecemos empeñados en pensar hoy en día. Un niño siente miedo y se estremece con la crueldad, pero los mejores cuentos son los que asustan y son crueles. Y si no se lo creen, revisiten los clásicos de Disney. A los niños también nos/les gusta el miedo.

Un niño queda huérfano tras un accidente de coche y termina viviendo con su abuela. Ella cree en las brujas y un incidente les obliga a ambos a refugiar en un hotel en el que creen que estarán a salvo. Y la palabra clave es "creen". 

Robert Zemeckis y Anne Hathaway decidieron meterse en todo un charco: volver a llevar al cine Las Brujas de Rohal Dhal. Está claro que lo que servía entonces no tiene porque valer ahora, por mucho cariño que le tengamos los nostálgicos, pero la historia implica una apuesta muy muy arriesgada: caminar sobre la delgada línea que separa el miedo de la diversión. Una receta de la que solo salen bien parados los muy expertos. 

Como espectador adulto les diría que no me convence, que me quedo con la versión antigua. Que Anne está bastante bien y los efectos digitales son muy monos, sobre todo con los ratones, pero que yo prefiero la maldad de Angelica y que donde esté una buena prótesis de nariz que se quiten las sonrisas digitales, por muy largas que sean. Como observador, reconoceré que una madre y su hijo abandonaron la sala a los pocos minutos de comenzar la proyección, cuando aún ni siquiera había empezado lo gordo. Otros se quedaron hasta el final.

Zemeckis pasa la historia por su filtro… y por el de los tiempos que corren. En lo que a él respecta, mete efectos digitales allí donde puede, quedando un trabajo especialmente logrado en lo que se refiere a los ratones protagonistas. Y en cuanto a los tiempos, cambia el color de piel del niño protagonista y su abuela, lo que nos vale para disfrutar de Octavia Spencer y un poquito de soul en la banda sonora. Además se mete, con calzador, un personaje femenino más, el de una valiente y adorable niña que también ha sido convertida en ratoncita. Eso sí, el niño gordo y repelente sigue siendo blanco, porque de los blancos gorditos todavía podemos reírnos sin problemas. La corrección política aún no ha llegado ahí… aún.

Las Brujas puede ser una buena opción familiar. Una de esas que pueden dar miedo a los niños y quedarse grabada en su memoria (grabada para bien), además de ofrecer un final… chocante y mucho más acorde al que escribió Dhal. Está inmersa en la ola de corrección política que tanto abunda hoy en día, pero al menos no es un producto blandito, lo que ya es de agradecer. Pero si lo que está usted buscando como espectador adulto es recuperar sensaciones de hace 30 años… mejor no. Eso no lo va a encontrar aquí. Y entre nosotros, la nuestra daba más miedo. 

País: Estados Unidos (2020)

Director Robert Zemeckis

Reparto Anne Hathaway, Octavia Spencer, Stanley Tucci, Chris Rock.