Las modificaciones de la plaza Mayor de Guadalajara

09/03/2025 - 15:22 Eduardo Díaz

Han sido varias las transformaciones que ha sufrido a lo largo de su historia. Las recordamos. 

En tiempos pretéritos la vida cotidiana de la ciudad de Guadalajara se desarrollaba principalmente en sus tres plazas principales. En la plaza del Mercado, hoy llamada de Santo Domingo, se celebraban las tradicionales ferias de mercado. Comenzaron a celebrarse a partir del año 1523, siendo un privilegio del Rey Alfonso X “ el Sabio”. En esta plaza se encontraba la puerta principal de la entrada a la ciudad de Guadalajara estando presidida por un escudo real, que en la actualidad se encuentra en el claustro del actual centro educativo del Liceo Caracense.

    Otro de los núcleos principales de la antigua Guadalajara era la plaza del Palacio o de la Villa, llamada actualmente plaza de España. Allí se encontraba el actual Palacio del Infantado. Unido a través de un pasadizo con el palacio se hallaba la iglesia de Santiago en donde residía el Cabildo Eclesiástico. Metros más abajo se ubicaba el Alcazar Real, en el cual residían las autoridades de la Corona de Castilla, del que en la actualidad pueden observarse sus ruinas. Fue en esta plaza de la Villa donde se encontraba el palacio de los Marqueses de Montesclaros, que posteriormente fue la Real Fábrica de Paños y por último la Academia de Ingenieros que permaneció en activo hasta su trágico incendio del 10 de febrero del año 1924.

De la plaza Mayor de Guadalajara se tiene conocimiento a través del archivo municipal. Su estructura era cuadrada y se celebraban festejos taurinos en el siglo XVII, sobre todo en la festividad del Corpus Christi. Fue durante este siglo diecisiete cuando se edificó un edificio consistorial en donde comenzó a reunirse el Concejo Municipal para tomar las decisiones regidoras del municipio. La plaza Mayor contaba con tres arcos de acceso; dos de ellos se encontraban al principio de la calle Mayor Baja, hoy llamada Miguel Fluiters, y el otro se situaba en el acceso a la plaza de San Gil. Fue en el año 1900 cuando el Ayuntamiento de Guadalajara, presidido por Miguel Fluiters Contera, decidió derribar los tres arcos con la intención de ampliar la plaza Mayor. Curiosamente en la actualidad existe la Calle del Arco, en recuerdo al antiguo vestigio, un pequeño pasadizo sin numeración de viviendas.

Fue en el año 1900 cuando se reformó la fachada del ayuntamiento de Guadalajara, con proyecto del arquitecto Lorenzo Vázquez. Se inauguró oficialmente en 1906 siendo un edificio de estilo renacentista. Una de las novedades era que el reloj municipal que se encontraba en el centro del edificio anterior se desplazaba hacia la esquina de la calle Carbonerías, hoy llamada del doctor Miguel Mayoral y conocida popularmente como la Cuesta del Reloj. Destacaba la plaza Mayor por sus famosos soportales, conservándose en la actualidad dos de ellos, pero totalmente reformados.

    En el año 1983 la plaza Mayor de Guadalajara sufrió un cambio radical, se suprimió el tráfico rodado convirtiéndose en peatonal. Por decisión municipal se acordó construir un parking subterráneo con capacidad para doscientos coches, teniendo su entrada por la calle de Román Atienza y salida por la calle de San Gil. Las obras comenzaron en 2008 y finalizaron tres años después, encontrándose en el subsuelo importantes restos arqueológicos, pudiéndose observar los más importantes en la actualidad en una de sus plantas subterráneas.