Lightyear: "Acción y aventuras... para no tan niños"

Según a quien preguntes, Pixar se encuentra en una buena o mala racha. Va por gustos, pero lo que si parece seguro es que ya no se trata de la máquina infalible de hacer éxitos que era en tiempos de Up, Toy Story, Wall-E o Los increíbles.

No le venía mal sacar músculo,  pero poco ayuda eso de rescatar personajes ya conocidos para atraer al espectador, algo que por otro lado parece claramente el signo de nuestros tiempos, en los que solo las franquicias dan cierta garantía de éxito. Y digo ‘cierta’ porque Animales fantásticos, basada en el universo de Harry Potter,  ha demostrado que la seguridad total no existe.

Y en este contexto, Pixar decide echar mano de un personaje conocido para contar algo distinto. Todos sabemos quién es Buzz Lightyear, el carismático muñeco espacial que desplazaba al vaquero Woody en Toy Story. 

Lo que cuenta Lightyear es precisamente la película que, se supone, vio el dueño de ambos, Andy, y que logró provocar en él ese amor apasionado por la figura del bueno de Buzz.
Así que tenemos algo nuevo, inspirado a su vez en algo que todos conocemos bastante bien. Un pequeño y legítimo ‘engaño’ para lograr atraer a la audiencia al cine. Y la cosa podía haber funcionado, pero resulta que la polémica se cruzó en el camino de esta película en la que, oh Dios mío, aparecen dos mujeres casadas y besándose. 

Voy a ser sincero, no soy precisamente un defensor de toda esta conciencia social forzada que le han crecido a Disney y sus filiales de un día para otro. Me gusta que todos seamos iguales y que eso se muestre en pantalla, que haya personajes de todo tipo, sexo y color, pero no que se haga bandera de ello por motivos estrictamente comerciales, tal y como acertadamente se denuncia en esta última temporada de The Boys. No me gusta que se hagan chapuzas como el segundo capítulo de Ms Marvel (que por otro lado tenía un estupendo primer capítulo), amparándose en la bondad de sus intenciones. Y si tengo que elegir, me quedo antes con Nuevos Mutantes, una película con cuatro personajes femeninos potentísimos y protagonizada por una pareja de mujeres homosexuales, antes que con la escena Ellas de Vengadores End Game, que me chirrió bastante. Pero saben una cosa, en Lightyear no chirría nada. Hay dos mujeres que se besan y punto. 

Mi hijo de cuatro años ni siquiera se percató del asunto ni le dio mayor importancia. Estaba más interesado en el nuevo tipo de regaliz que le había salido en la bolsa de chucherías. La niña de edad similar que había a nuestro lado tampoco empezó a buscar mujeres que besar desesperadamente. Antes de eso, optó por quedarse dormida.   

Porque eso sí que hay admitirlo, Lightyear no es una película para público infantil. La trama tiene sus complejidades y probablemente sea más apta para niños de 8 o 9 años que para renacuajos como el mío, que se aburrió mientras su señor padre disfrutaba como un enano. Porque Lightyear es el Pixar de Los Increibles, el del humor y la acción constante. También intenta tener su primer tramo lacrimógeno un poquito al estilo de Up, aunque a años luz de éste, pero es sobre todo diversión y muchas referencias de esas que, de tan bien traídas que están, uno se preguntan si son referencias buscadas o simples maquinaciones mentales del espectador. Todo un disfrute... al menos para mí.

Lightyear

    Director: Angus MacLane
    País: EEUU