Los 10 pueblos de Guadalajara donde mejor se come, según National Geographic
En Guadalajara, reconocidos asadores y restaurantes con estrellas Michelin, despliegan una oferta gastronómica que captura la esencia de la caza y del campo en los pueblos de la provincia. Desde que Camilo José Cela publicara Viaje a la Alcarria, este destino ha ganado protagonismo, revelando una Guadalajara rica en sabores. La región se distingue por una cocina que abraza lo castellano, pero también integra la riqueza serrana, con productos autóctonos como setas, panes artesanales y sales únicas, además de su alta cocina que se ha posicionado como un atractivo para turistas.
Sigüenza: el primer destino
Sigüenza alberga dos estrellas Michelin. Una pertenece al restaurante El Doncel, donde Enrique Pérez mezcla tradición y creatividad en un ambiente histórico. A pocos kilómetros, en el restaurante del hotel Molino de Alcuneza, el chef Samuel Moreno ofrece una experiencia gastronómica rural con un enfoque didáctico en panadería. En el casco antiguo de la ciudad, Nöla, de Jorge Maestro, resalta lo mejor de la cocina castellano-manchega, destacando la caza y las setas.
Jadraque: el sabor del horno tradicional
Famoso por el cabrito y el cochinillo, Jadraque mantiene viva la tradición en sitios como El Castillo y Justi, donde las carnes se adoban con el llamado "breve", un aliño de hierbas como tomillo y romero, que potencia el sabor después de pasar por el horno. Este estilo de cocina tiene profundas raíces castellanas, evocando una experiencia casi medieval.
Cogolludo: cuna del pan y el vino
Las migas, uno de los platos más tradicionales de Castilla, son las protagonistas en Cogolludo, donde el restaurante Ballestero las borda, además de ofrecer su famoso cabrito. En el mismo pueblo, Finca Río Negro, una bodega con viñedos de los más altos de la península, ofrece una excelente opción enoturística que complementa perfectamente la oferta gastronómica de la región.
Brihuega: entre lavanda y caza
Con sus campos de lavanda, Brihuega recuerda a la Provenza. Este paisaje enmarca una cocina basada en el cordero, el cochinillo y la caza en temporada, con preparaciones tradicionales al ajillo en restaurantes como Asador El Tolmo. Además, es un lugar ideal para degustar platos de cuchara, como las judías con oreja.
Recuperación de antiguas tradiciones en Palazuelos
En Palazuelos, Despelta es un proyecto que apuesta por los cereales antiguos y la agricultura ecológica. Este espacio, que distribuye sus harinas a lugares como el Molino de Alcuneza, también produce pastas y legumbres ecológicas, en un esfuerzo por recuperar el valor de la agricultura tradicional y el respeto al medio ambiente.
La gastronomía en un palacio de Marchamalo
A solo tres kilómetros de la capital de Guadalajara, el restaurante Las Llaves, ubicado en el Palacio Ramírez de Arellano, ofrece una experiencia que mezcla la tradición gastronómica local con un toque moderno. Este espacio permite saborear tanto los productos locales como otros ingredientes cuidadosamente seleccionados para una propuesta culinaria de gran nivel.
Campillo de Ranas: homenaje a la caza
En lugares como La Fragua, en Campillo de Ranas, se honra el arte de la caza, con platos que incluyen corzo, conejo, ciervo, jabalí y aves. Este pueblo de la Arquitectura Negra de Guadalajara destaca por su cocina auténtica y rústica, reflejo de la tradición del aprovechamiento y la autosuficiencia.
Hita: el queso como arte
En Hita, un pueblo con historia literaria, la Quesería Artesana de Hita ofrece quesos de oveja y cabra elaborados con leche cruda. Este pequeño productor destaca en la ruta de queserías de La Alcarria, ofreciendo un producto artesanal que bien merece una visita para los amantes de los lácteos de calidad.
Productos de calidad: aceite y miel
El aceite de oliva y la miel son dos productos emblemáticos de Guadalajara, protegidos por la DO Aceite de La Alcarria y la DO Miel de La Alcarria. Estos alimentos representan la tradición agrícola de la provincia, proporcionando souvenirs auténticos y llenos de sabor.
Pioz: el rincón dulce
Cerca de Madrid, el pueblo de Pioz se ha convertido en una parada obligada para los amantes del dulce gracias a Fátima Gismero, quien fue galardonada en Madrid Fusión como Mejor Pastelera de España en 2021. En su obrador, Gismero elabora desde roscones y panettones hasta chocolates y pastas artesanales, ofreciendo un festín para los golosos.