Patrimonio

23/05/2022 - 11:34 Jesús de Andrés

 La ciencia, la educación, el conocimiento, dan a la sociedad las mejores herramientas para desarrollar todo su potencia.

Acudo a Alcañiz, localidad del Bajo Aragón turolense. Se inaugura allí el Instituto de Investigación en Humanidades y Patrimonio de la UNED. Ignacio Urquizu, su alcalde, viejo amigo, es un político comprometido con el desarrollo de su territorio, con una visión de futuro que ya quisiéramos extendida entre quienes nos administran. En la mesa redonda con la que el Instituto abre su camino, Urquizu habla de descentralizar el conocimiento como mejor herramienta para combatir la despoblación. La ciencia, la educación, el conocimiento, dan a la sociedad las mejores herramientas para desarrollar todo su potencial. Son políticas a largo plazo, más allá de los límites estrechos de una legislatura, pero con unas premisas claras: modernizarse no es cambiar radicalmente sino hacer lo que se sabe hacer de forma más eficiente. En Alcañiz tienen un impresionante pasado ligado al humanismo y al patrimonio, motores de desarrollo que la universidad puede impulsar sobremanera. 

Ha fallecido prematuramente Domingo Villar, autor de tres novelas policiacas protagonizadas por el inspector Leo Caldas y su ayudante, Rafael Estévez, en un espacio que abarca la ciudad de Vigo y el Bajo Miño. Tres novelas con aroma a salitre, a pinos, a tabernas, marineros y vinos gallegos. Leí Ojos de agua y desde entonces esperaba pacientemente, en ocasiones durante años, el siguiente libro. Mantuve con él una pequeña relación epistolar que es más anécdota que otra cosa. El último barco cerró su trayectoria. En la vida, como en el mar, una superficie apacible puede dar paso a olas imprevistas o devastadoras corrientes. Descanse en paz.

En Fuentelencina, pueblo de esencia alcarreña, se inaugura la restauración de su retablo, sin duda alguna el mejor de la provincia. Saludo a las autoridades y converso con Plácido Ballesteros, director de Cultura de la Diputación Provincial, quien me dice que se han ordenado los planetas para alcanzar ese y otros tantos éxitos en la recuperación de nuestro acervo artístico. Por un lado, el plan específico de restauración del patrimonio eclesiástico impulsado recientemente por la Diputación Provincial, con José Luis Vega al frente, que va mucho más allá de la simple rehabilitación de los templos; en segundo lugar, la labor de Miguel Ángel Ortega como delegado de Patrimonio de la diócesis, cuya sensibilidad y buen criterio ha sido un revulsivo en la preservación de tanta riqueza cultural; y, por último, la increíble labor de dos restauradoras locales, María Campoamor y Cecilia Hernández, grandes expertas y mejores personas -doy fe-, cuya profesionalidad y buen hacer cualquiera puede comprobar visitando su trabajo. Ojalá se mantenga en el tiempo el compromiso y los planetas sigan girando en idéntica trayectoria para bien de todos.

Escribe José Manuel Caballero Bonald en Manual de infractores: “Cada vez más las noches / tienen ya algo de preámbulos”.