Poesía a mil

27/06/2022 - 10:01 Antonio Yagüe

Los versos de siete grandes poetas molineses y provinciales resonarán el 2 de julio en un escenario con mayúsculas, el Teatro Zorrilla, de (Mil-marcos). 

Han declamado sus poemas en ríos, fuentes, choperas, castillos, pórticos de iglesias y ermitas, plazas o entre sabinas, como se denominó en su nacimiento el recital hace nueve encuentros. Los versos de siete grandes poetas molineses y provinciales resonarán el 2 de julio en un escenario con mayúsculas, el Teatro Zorrilla, de un pueblo (Mil-marcos) al que las adivinanzas infantiles hacían falto de cien puertas o ventanas.

José Antonio Checa, Vicente Orallo, Montse Lacalle, Pedro Herranz, Santiago González, Begoña Benito (promotora) y Nati Colás, veterana poeta de estreno en estas lides que hará de anfitriona, desgranarán durante una hora sus composiciones sobre temática rural y nuestro patrimonio natural y cultural. Un encuentro con bastantes tablas, ya que buena parte de ellos también tienen conocimientos y experiencia en el mundo del teatro.

Un lujazo de cartel, casi cumpliendo con la moderna paridad de género (cuatro hombres y tres mujeres), en una villa antiguo foco comercial de la zona, que siempre ha presumido de festejos taurinos en Agosto. Incluso para los vecinos maños de Campillo, Calmarza, Jaraba, Ibdes, Llumes o Cimballa, bajo distinta administración pero hermanados en cultura y buenas amistades. Milmarcos fue partido judicial durante el Trienio Liberal (1821-23) de la efímera y añorada provincia de Calatayud, que reunía 105.947 habitantes (España sumaba entonces 11 millones) de 135 pueblos zaragozanos, 18 sorianos, 14 turolenses y 40 de Guadalajara.

Los poetas quizás hagan algún guiño al pueblo y a sus antaño afamadas ferias de ganado, tratantes, esquiladores, capador, botica, silo, banda de música y jerga o idioma propio (la migaña). Los milmarqueños incluso tienen otros dos gentilicios: cordacheros y, en pueblos colindantes pelín envidiosos, el de respingaos.

Su regidor, Fernando, político pero persona sensible a lo cultural, ha estado al tanto acogiendo el evento. Aunque corran malos tiempos para la lírica, como acuñó Bertolt Brecht. Pero nunca para la poesía que sale del alma (molinesa).