Poesías

22/01/2023 - 11:14 Marta Velasco

La belleza hace olvidar las desdichas que ocurren en el mundo, causadas por hombres malvados como Putin, que hace la guerra más feroz y despiadada. Y yihadistas, violadores, pederastas, terroristas, seres preparados para la crueldad..

Las plantas del frío - los brezos, el rosal de invierno, el ciclamen - han florecido en mi terraza durante la navidad y ahora temo por ellas, un par de grados arriba o abajo y adiós al frágil rosal de invierno tenue como la nieve, aunque aguantó el embate del verano y en diciembre ha duplicado su floración. Ellas, las plantas que alegran nuestra vida, florecen cada año y en cambio nosotros raramente florecemos fuera de temporada. Acabada la fiesta del nacimiento del Dios de los cristianos, las ciudades apagan sus luces y volvemos a las rebajas, va todo tan deprisa que creo estar como Segismundo dentro de un largo sueño. 

Pero este año ¡plas! me he despertado sobresaltada tras las uvas de Obregón y Pedroche con la canción de Shakira, que, sinceramente, no ha acertado con la letra. Shakira, olvida a ese hombre y a ese letrista, que vale para el ripio, pero no para la lírica. Y es que solo los grandes sirven para la poesía. He pasado estos lluviosos atardeceres releyendo versos, lo mejor de la literatura, los poetas te cambian la vida con cinco palabras, cómo dicen luz y se enciende deslumbrante el sol, bordando encajes sobre el jardín umbrío… dicen amor y se nos acelera el corazón o dicen abandono y nos sumen en la melancolía. Esa combinación de música y palabras se adueña del alma. Después de tanta poesía nunca pico una cebolla, sino una “luminosa redoma”, así la vida es mejor.

La belleza hace olvidar las desdichas que ocurren en el mundo, causadas por hombres malvados como Putin, que hace la guerra más feroz y despiadada. Y yihadistas, violadores, pederastas, terroristas, seres preparados para la crueldad.

Para la chapuza tenemos, en el ranking semanal, a una tal Pam, la segunda de Montero, que salta a la vida pública por su facilidad para irse de la mui hiriendo a las víctimas con sus gracietas. La ley Sí es sí merece un apelativo mayor que chapuza, es un error grave y mantenido.

Antes de que el gallo cante los barones del PSOE habrán negado a Sánchez tres o cuatro veces, con tal de seguir en su baronía. Los ciudadanos españoles advertimos angustiados los manejos del poder político dando vueltas a la Constitución del 78 y al Código Penal, acomodando las leyes en beneficio propio y de unos cuantos delincuentes. Que venga Dios y lo vea.