Polvo, ceniza, nada

03/09/2021 - 13:52 Marta Velasco

Rafael Lafuente nos descubrió una losa en la catedral de Sigüenza que hay que pisar por deseo de su ocupante, y contó que en la catedral de Toledo hay otra lápida donde pone: Pulvis, Cinis, Nihil, Polvo, Ceniza, Nada. Lo que quedará de nosotros al morir.

 A pesar del verano, a pesar del bonito camino del Bosque bañado por la luz de la mañana, del perfume del pinar, de la frescura de la alameda, a pesar de las dulces anochecidas, de las cañas heladas y de la risa con los amigos. A pesar de la luna, del sol, y de la belleza seguntina … os digo, amigos míos, que estamos en un llameante y  trágico mundo.

Pasan cosas terribles e irremediables, la ocupación de Afganistán por los talibanes (ese presentir del terror en las mujeres afganas) y esta larga pandemia en la que los enfermos, padres, hermanos y amigos, mueren en soledad.  Pero, a pesar del dolor y de la muerte, de la ira, o precisamente por eso, los humanos hemos elegido el camino de la vida por puro instinto y aquí estamos veraneando, gozando del ferragosto castellano, haciendo planes a corto plazo y procurando ver solo la parte buena que nos ha tocado. Tenemos además la satisfacción de ver de vacaciones a nuestros hijos, sobrinos y nietos. Jóvenes de una generación a la que no ha conseguido doblegar la pandemia ni el confinamiento ni la soledad de su trabajo desde casa o desde un lejano país donde algunos valientes organizan su vida. Ellos son inteligentes y trabajadores, se han labrado un futuro luchando contra enormes inconvenientes, los más jóvenes estudian y se preparan para conquistar el mundo sin problemas.  Pocos se interesan por la política, pero ellos, con su esfuerzo, serán nuestra salvación.

Disfrutamos de Sigüenza. Damos un paseo por la catedral con Rafael Lafuente Ondategui, un soriano-seguntino que nos explica lo más importante y curioso. Me gustó mucho su habilidad para interesar a las niñas Redonnet, poniendo un poco de gracia en cada historia y suavizando la actuación de sus antepasados franceses en terreno enemigo. Gracias Rafa por tu sabiduría y simpatía. Nos descubrió una losa que hay que pisar por deseo de su ocupante, y contó que en la catedral de Toledo hay otra lápida donde pone: Pulvis, Cinis, Nihil, Polvo, Ceniza, Nada. Lo que quedará de nosotros al morir.

  Debía ser el lema de un alma triste, porque en nuestra catedral no solo tenemos la sorprendente estatua del Doncel, un lector seguntino que a veces cierra el libro y estira las piernas, también está la puerta del cielo y es la residencia de un Dios que perdona. Seremos polvo y cenizas, pero cada persona emite en la vida una luz que deja su rastro. Para eso estamos aquí.

  Me declaro al lado de las mujeres afganas. Ya está bien de torturas y opresión. No se puede permitir que en el siglo XXI mujeres y niñas sean vendidas y humilladas e impidan su educación y su libertad. Pero no atribuyamos los crímenes a los dioses, los dioses están para el consuelo y el perdón, estas iniquidades, cometidas en nombre de Alá o de un dios irascible, son cosa de los hombres, talibanes, maridos posesivos, explotadores o pandilleros. Y contra ellos, toda la humanidad.