Presis papistas
Parece que algunos de los 800 asesores de Sánchez le aconsejaron un encuentro urbi et orbi con Francisco, porque le dará votos.
Una audiencia pedida desde junio con Begoña, el ‘seminarista’ Bolaños, regalos molones y la parafernalia monclovita.
Se olvidan de que Yolanda Díez apenas sumó sufragios a Sumar abrazándose dos veces al Pontífice argentino y que los obispos españoles no quieren verlo por aquí porque donde va la arma. Como al llamar asesino al gobierno belga que ha retirado su embajador ante la Santa Sede.
Históricamente el Vaticano siempre fue antisemita. Algunos analistas recuerdan la amistad de Pio XII con Hitler. Ahora parece que Sánchez busca acentuar su oposición a Israel en busca del voto propalestino, hoy en manos de Podemos/PCE/BILDU. O sea, otro lío para España.
Un colega experto sostiene que abrazarse al Papa y a los prelados hispanos quita votos. Las izquierdas lo ven idiota y las derechas lo ven de risa. “El voto no se mueve por religión, sino por ideología, por dinero o por la bragueta. O porque sí”, remacha.
También los presidentes autonómicos pierden el culo, con perdón, por la bendición de Bergoglio. Le visitaron Revilla, Bono, Page, Urkullu, Aragonés, Illa, Lambán… y hace unos meses Azcón para postular el Pilar como destino de peregrinaciones en 2025 con motivo del 40 aniversario del viaje de Juan Pablo II.
Lo último tiene también su vertiente turística y económica. Pero el Pontífice casi siempre recibe en contrapartida proyectos que llaman solidarios para las misiones católicas. O para otros menesteres de las arcas vaticanas.
La mayoría de los ‘presis’ y sus esposas, tan papistas que con su ceremoniosidad a veces avergüenzan a gentiles y paganos, no ejercen la religión, pero siguen creyéndose y aparecen como fervorosos católicos en sus teles botafumeiras.
Creen que Roma y las urnas bien merecen una misa.