Queen

26/11/2021 - 17:26 Jesús de Andrés

Se cumplen 30 años de la muerte de Freddie Mercury, cómo pasa el tiempo.

Se cumplen 30 años de la muerte de Freddie Mercury, cómo pasa el tiempo. Se suceden los reportajes y artículos de homenaje y las citas en las redes sociales. Son tres décadas en las que el reconocimiento del grupo y la añoranza por su líder han crecido hasta niveles insospechados, siendo prácticamente unánime su valoración positiva. Queen se formó en los años setenta y en apenas unos años conformó un repertorio más que aceptable de éxitos. Algunas de sus canciones han sido himnos. No hay grupo verbenero que no haya llevado dos o tres de sus temas en el repertorio. Bastaba iniciar el juego de timbales y caja de “We will rock you” para que las plazas de pueblos y ciudades alzaran sus brazos acompañados de palmas; por no hablar de lo que “We are the champions” y su asociación a la victoria ha sido para el mundo del deporte, el fútbol en particular. Tras morir, como ha ocurrido otras veces, Freddie Mercury se convirtió en mito, logrando más éxito del que tuvo en vida. De hecho, la última actuación de Queen al completo fue en 1986, realizando después de su fallecimiento decenas de conciertos, casi tantos en número, pero infinitamente más en asistentes y países visitados, que con su líder vivo.

Como les ocurre a todos los mitos, parte de su historia es inventada. No falta quien recuerda haberlo visto actuar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, pese a que murió en 1991. Donde sí estuvo, virtualmente, bajo forma de holograma, ahí es nada, fue en Londres 2012, dos décadas después de muerto. Una película recreando su vida, Bohemian Rhapsody, alteró la cronología y puso aquí y quitó allá algunos detalles de su biografía para darle mayor contenido dramático, contribuyendo a la vez a engrandecer su leyenda. Dos miembros de Queen, el guitarrista Brian May, sin duda el más listo de los cuatro -no en vano es doctor en astrofísica-, y el batería Roger Taylor, han mantenido vivo al grupo sucediéndose las giras, las colaboraciones con otros cantantes, los musicales, los homenajes y lo que haga falta con tal de mantener viva la gallina de los huevos de oro, su exitosa campaña de marketing.

Es tanta la unanimidad sobre Queen y tan exagerados los epítetos que lo califican, que nadie en su sensato juicio se atrevería a hacer una crítica negativa. Lo intentó Calamaro, quien por decir que nadie se inspira en ellos, que no existen como influencia, todavía lo está pagando. No seré yo quien la haga, pero pediría al menos un poco de objetividad, reconociendo su valor y la calidad de algunas de sus canciones, sin dejarnos arrastrar por la corriente sensiblera y acrítica que pretende encumbrarlos como la mejor banda de rock de la historia. Y ni por asomo.