Sabor a Navidad con sello Campo y Alma de Castilla-La Mancha
Cordero Manchego, Mazapán de Toledo y espumoso de la tierra con entrantes de calidad.
.png)
Las fiestas de Navidad son la ocasión perfecta para honrar la tradición y la calidad a través de la gastronomía. Castilla-La Mancha ofrece una trilogía de productos icónicos y con Denominación de Calidad, que combinan historia, sabor y un interesante perfil nutricional para componer un menú de celebración memorable.
Los productos Campo y Alma son una tradición indispensable en cualquier celebración navideña de la región castellanomanchega y más allá. Desde el aroma inconfundible de su queso D.O.P. Manchego hasta el cuerpo y la elegancia de sus vinos con D.O., pasando por los dulces artesanales y las carnes selectas; estos tesoros culinarios son el reflejo del esfuerzo de sus gentes y la riqueza de su tierra.
Los productos de la marca Campo y Alma son la garantía de los Alimentos de Castilla-La Mancha, representan la calidad, la tradición y el sabor de esta tierra. Para el menú navideño, podemos incluir el queso, el cordero, un espumoso para brindar y un dulce, además de unos aperitivos que no dejarán indiferente a ningún comensal de nuestra mesa estas fiestas.
Y no nos olvidamos de los entrantes o aperitivos, también con sello Campo y Alma de Castilla-La Mancha y que harán de bienvenida a un banquete que quedará para el recuerdo de una Navidad especial. ¡Buen provecho!

Aperitivos de nuestro campo con el alma de sus gentes
Una mesa de Navidad se juzga por sus aperitivos y aquí te proponemos una selección que destaca la riqueza y diversidad de la gastronomía de Castilla-La Mancha. Empezamos por unas mini-brochetas de Dúo Manchego:
un taco de Queso Manchego Semicurado D.O.P y un taco de Berenjena de Almagro I.G.P. (un encurtido único de la región, con un aliño ligeramente avinagrado y especiado).
Se alternan y se riegan con un hilo de Aceite de Oliva Virgen Extra (A.O.V.E.) D.O. de Montes de Toledo o Campo de Montiel.
Continuamos con unas cucharitas de pisto y huevo de codorniz: con una base de Pisto Manchego (I.G.P.) elaborado con verduras frescas de la huerta y coronado con un pequeño huevo de codorniz frito (servido sobre una rebanada de pan crujiente).
Acompaña con un vino Blanco Fermentado en Barrica D.O. Colocaremos en nuestra mesa una tabla de embutidos y patés de caza:
Lomo de Orza (lomo de cerdo conservado en aceite) cortado fino, salchichón de ciervo o chorizo de jabalí y patés de perdiz o ciervo para untar, servidos con unas tostas de Pan de Cruz de Ciudad Real I.G.P. Terminaremos con una degustación de Azafrán de La Mancha D.O.P.: una pequeña muestra de gambas a la plancha o crema de marisco con un toque de auténtico Azafrán de La Mancha D.O.P., conocido como “oro rojo”, para aportar un color y un aroma inigualables.
Con esta combinación, tendrás una mesa de aperitivos que honra la tradición y el sabor de Castilla-La Mancha en los días más especiales.

El eje de cualquier banquete: IGP Cordero Manchego
El Cordero Manchego con Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) es la elección de excelencia para el plato principal de estas fiestas. Su calidad está intrínsecamente ligada a la raza ovina Manchega, que se cría en la extensa región natural de La Mancha, abarcando territorios en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, y por extensión, también en zonas de la provincia de Guadalajara. La cría en este entorno de secano y el clima continental le confieren un carácter único.
La I.G.P. certifica carne de corderos jóvenes (Lechal o Recental), destacando por su color rosa pálido y, sobre todo, por una jugosidad y terneza excepcionales, resultado de la alimentación basada en leche materna y concentrados controlados. Desde el punto de vista nutricional, este alimento es una fuente destacada de proteínas de alto valor biológico, así como de minerales esenciales como el hierro hemo (altamente biodisponible) y zinc, además de vitaminas del grupo B (especialmente B12). Pese a ser carne roja, consumido en porciones adecuadas, aporta nutrientes fundamentales a la dieta. Su destino culinario predilecto en Navidad es el asado tradicional (paletilla o pierna al horno), una cocción lenta que garantiza la máxima terneza, aunque también es la base de guisos festivos como la caldereta manchega.

IGP Mazapán de Toledo, el legado dulce
La mesa navideña alcanza su punto culminante con el postre, y el Mazapán de Toledo I.G.P. es un emblema. Este dulce tiene un profundo arraigo histórico, con leyendas que sitúan su origen en el siglo XIII en el Convento de San Clemente de Toledo, donde la combinación de almendra y azúcar sirvió para paliar la hambruna.
La producción del auténtico mazapán está restringida a la provincia de Toledo, y su normativa de calidad es estricta: debe ser una masa fina y compacta elaborada exclusivamente a base de almendras crudas, repeladas y molidas, y azúcar, exigiendo un mínimo de 50% de almendra. Esta alta proporción es clave para su sabor, textura y perfil nutricional. El mazapán es un alimento altamente energético, pero su valor radica en los componentes de la almendra, que es una excelente fuente de grasas saludables monoinsaturadas, fibra vegetal, vitamina E (antioxidante) y minerales como el magnesio. Aunque es un dulce, el aporte de estos micronutrientes lo convierte en una opción densa y tradicional, ideal para ser disfrutada con moderación en sus variadas formas, desde las clásicas figuritas hasta las anguilas.

El Broche de Oro: Vino Espumoso DO La Mancha
Finalmente, el brindis de Navidad requiere un vino que transmita alegría y frescura. Los Vinos Espumosos de la D.O. La Mancha (elaborados a partir de variedades como Airén, Macabeo o Chardonnay, y producidos en zonas de las cuatro provincias) son la opción perfecta.
Estos espumosos se elaboran frecuentemente por el Método Tradicional, lo que garantiza una burbuja fina, abundante y persistente, y el desarrollo de complejos aromas de crianza sobre lías. Su paladar varía del seco Brut Nature (con menor contenido de azúcar) al Semiseco. Nutricionalmente, el espumoso es valorado por su ligereza y acidez, cualidades que ayudan a limpiar y refrescar el paladar tras la intensidad de los platos principales. Esta acidez lo convierte en un comodín gastronómico inestimable en un menú de tantos contrastes. Un espumoso Brut es ideal para acompañar el marisco del aperitivo, el asado de cordero y, por supuesto, para el momento cumbre del brindis, siendo preferible la opción Brut Nature para minimizar el consumo de azúcares.
