Tiempo de membrillos

25/09/2021 - 09:30 Antonio Yagüe

Los membrillos han madurado y ofrecen ese aromático y ácido fruto dorado que llega a las bocas en forma de mermeladas, compotas y confituras. 

Según la meteorología popular, está al caer el último ramalazo del verano conocido como veranillo del membrillo. Suele coincidir con la emblemática fiesta rural de San Miguel y la recolección de esta fruta afrodisíaca por antonomasia. En Grecia los membrilleros estaban consagrados a Afrodita, la diosa del amor. Alegoría de los redondos y carnosos pechos femeninos, su fruto era símbolo de la fecundidad compartido por los recién casados camino del tálamo.

Entramos en un tiempo en que las madrugadas se enfrían y se tiñen de amarillos, rojos y ocres los árboles y viñas. Los membrillos han madurado y ofrecen ese aromático y ácido fruto dorado que llega a las bocas en forma de mermeladas, compotas y confituras. Pocos se atreven a comerlos directamente. Incluso a elaborar la famosa carne o dulce de membrillo, hoy por la insalubridad atribuida al azúcar y antaño por su disparatado precio.

Recuerdo al pintor Antonio López tratando de atrapar los rayos del sol entre las ramas del árbol que florecía todas las primaveras en el patio de su casa, cuyos frutos pintaba otoño tras otoño. Y esa obsesión artística convertida en poesía por Víctor Erice en su documental El sol del membrillo.

Como la luz por la noche se cobija en la nevera, también el sol, terminado el verano, halla refugio en los membrillos. Un sol traicionero y propicio a catarros, como los contrafuertes exteriores de las viejas iglesias lo son para el amor. De niño merendaba pan con membrillo algunas tardes, intercaladas con una onza de chocolate Iturbe o Igual y una rebanada untada con manteca y azúcar. Hoy parece inconcebible. 

Nuestras abuelas guardaban los membrillos en los armarios para perfumar la ropa. También los utilizaban de remedio casero para alteraciones como la diarrea ¿Quién no recuerda aquellas latas metálicas de El Quijote o Los Claveles de Puente Genil (Córdoba), que luego servían de costureros, para guardar cintas, botones, fotografías o cromos, entrañables?

La RAE no recoge todavía la acepción de membrillo aplicada a humanos. Debe ser complicado englobar a tanto ceporro, chivato, soplón, acusica, zafio, iluso o medroso visible hasta en las altas instituciones.