Tiempo de tormentas

03/06/2023 - 16:04 Antonio Yagüe

Entre San Isidro y la Virgen de los Dolores siempre ha sido tiempo de tormentas. Desde hace un tiempo también zumban las políticas, con nombres propios de persona para no ser menos.

Entre San Isidro y la Virgen de los Dolores siempre ha sido tiempo de tormentas. Desde hace un tiempo también zumban las políticas, con nombres propios de persona para no ser menos. Como la bautizada en Madrid como Isabel. También han sido sonadas en la vecina Zaragoza y no tan lejana Valencia.

Son fenómenos que siempre han infundido respeto y hasta pánico, sobre todo entre los menores, por los estrepitosos truenos y el aparato eléctrico con peligrosas chispas del que a veces se acompañan. 

Por nuestros pagos cualquiera conoce o ha oído de alguien muerto por un rayo, hatajos de ovejas diezmados y torres de iglesias, como la de Torrubia hace unos años, que dieron con sus piedras en los suelos. Los modernos pararrayos instalados en sus cúpulas dan cierta tranquilidad. Sacristanes trataban de ahuyentarlas desde los campanarios con el famoso toque de tentenublo y de paso avisar a paisanos y forasteros despistados.

“Tormentas crueles las de antes, cuando desde el cobijo de la paridera o la sabina veías cómo el granizo machacaba las espigas y hasta las raíces”, recuerdan algunos abuelos de hoz y zoqueta. Los agricultores de hoy disponen de la cobertura del Plan Nacional de Seguros Agrarios, pero algunos lamentan su escasa rentabilidad y extensa burocracia. 

Todo cambia, como cantaba Mercedes Sosa, considerada la mayor exponente del folclore argentino. Ahora a las tormentas y lo que les rodea se les llama DANAs (depresiones aisladas en niveles altos de la atmósfera). También pasó lo de “Gota fría”, popularizado por Mariano Mediana. Los meteorólogos se plantean la relación entre la cantidad e intensidad de las precipitaciones con la subida de la temperatura global. Pero consideran que en la primavera es normal que haya tormentas y granizadas. Los optimistas dicen que siempre que llueve, escampa. Pero en lo político, no sé, no sé...