Trato y retrato de don Wert

23/03/2017 - 23:25 Javier Sanz Serrulla

Javier Sanz Serrulla
Colaborador

Uno suele culminar su biografía el día que lo retratan. Al óleo, a poder ser. También vale una buena foto, de firma, naturalmente. Mientras tanto todo es un ir y venir, a paso de hormiga, del hoyo al tajo y regresar con algo para la despensa. Ese circuito es la gran riada humana de autómatas que están clavados a las 8 en punto en su puesto. Mientras, por el camino, ni piensan dónde van porque para qué si el subconsciente les deja en sitio y hora. Andan igual y visten parecido y en el velo de la Verónica dejan impreso el rostro de la indiferencia, su único retrato posible.


    Hay una tropilla que se va retratando a lo que cueste, con cargo al bolsillo de esa riada que nunca tendrá más retrato que el del velo. Posan de presidentes, sean del gobierno, del congreso o del senado, también valen autonómicos; de ministros o de empresas públicas. Y eligen a la carta, con lo que les suele caer de gañote un buen boceto para casa, salón o despacho, cortesía de la firma. Trile. El proceso termina con el cuelgue de la obra en la galería de la institución, donde se hacen un fotocool con la mano derecha rascándose el corazón por debajo de la chaqueta, look Napoleón. 
    Esta semana posó don Wert, el ministro peor valorado de la democracia española actual, el imán de la LOMCE que salió a hombros de la mayoría absoluta mientras el tendido de sol a una voz le abucheaba por pegar ese petardazo. Currículo suficiente para que don Mariano le pagase una embajada de quinientos metros cuadrados, servicio y chófer incluidos, y diez mil euros mensuales más gastos de representación. Concepto: “Servicios prestados”. Dejó el lujazo parisino a cargo de su esposa hoy, ayer secretaria de estado de lo mismo, y se pasó por el Ministerio del tiempo para colgar su retrato, un Cidoncha girado que no está mal, pero no es un Galiano. Dio media vuelta y tiró para la ciudad del amor, la suya ahora. 
    Por el cidoncha no se preocupe, señor hormiga, autónomo o funcionario, de las 7 arriba y a las 8 en el puesto. A usted ya se lo han cobrado y no se ha dado ni cuenta. Usted también se ha retratado, cierto. Pero de otra manera, de otro color, con fondo tirando a membrillo.