Turmiel-Dakar

07/12/2019 - 17:21 Antonio Yagüe

El profesor zamorano cuenta que hace una semana tomó en Anquela del Ducado la carretera CM 2017 rumbo a Milmarcos.

La filología debate si la denominación de Turmiel proviene de tormo (peñasco elevado) o turma (gonada masculina de los mamíferos) en alusión a algo excelente o cojonudo, como diría Cela. Una maestra que desasnó el siglo pasado a numerosos paisanos en pueblos de la zona, defendía un origen y significado más curioso y hasta cursi: torre de miel. “Bonito nombre, sea cual sea su etimología, y bello pueblo. Pero podían avisar de su  carretera tercermundista”, lamenta al teléfono mi amigo Miguel Ángel.

El profesor zamorano cuenta que hace una semana tomó en Anquela del Ducado la carretera CM 2017 rumbo a Milmarcos y  al Monasterio de Piedra aconsejado por el moderno navegador de su coche. Iba embelesado por el paisaje de la Avellaneda y serpenteando con baches y raros vaivenes entre las curvas paralelas al río Mesa, hasta que el vehículo le hizo un extraño sobre el descarnado firme, derrapó y volcó al final de una recta. La ayuda samaritana de un pastor de origen magrebí, mientras llegaban las asistencias, le evocó la mítica carrera que antaño salía de París y discurría por el desierto africano con permiso de los tuaregs. 

Miguel Ángel se suma a larga lista de víctimas por accidentes y salidas de la vía que se aventuran incautas por esta calzada, competencia de la Castilla-La Mancha desde su transferencia al presidente Bono. Luego la gestionaron Barreda y Cospedal, con su habitual desdén por lo lejano e insignificante. Su sucesor Emiliano García-Page, en un alarde de  profesionalidad política rubricó que la repararía junto a otras tres carreteras del Señorío en el Consejo de Gobierno solemnemente celebrado en Molina de Aragón.

Hasta hoy. Va para cinco largos años, con el silencio cómplice de las autoridades provinciales y locales. El presidente toledano ni siquiera da largas, a pesar de que las quejas recogidas a través de la plataforma Change.org casi suman 1.300. Los habitantes de los alrededores, visitantes y viajeros de paso avisados esquivan la vía dando un rodeo por Molina de Aragón o, desde Maranchón, hacia el Valle del Mesa por Codes, Iruecha y Mochales. 

Dolido pero socarrón, Miguel Ángel propone al barón socialista toledano que monte un Turmiel-Dakar. Le brinda el eslogan  “Ruta castellano-africana con cantos y quebrantos”. De paso, puede poner a prueba los renovados servicios de emergencias.