Un alcalde que dejó huella en Guadalajara: D. Pedro Sanz Vázquez

26/05/2019 - 18:19 Eduardo Díaz

Su sensibilidad hacía los más humildes de la ciudad hizo que cediese un terreno municipal a la Delegación de Sindicatos para la construcción de más de cien viviendas en el barrio del Alamín. 

Este domingo día 26 de mayo los guadalajareños estamos llamados a las urnas para elegir al alcalde de la ciudad de Guadalajara en los próximos cuatro años. Son unas elecciones municipales muy apasionantes ya que elegiremos al gobierno municipal que tomará las decisiones sobre nuestra ciudad. En el rincón de esta semana vamos a recordar al que fue alcalde de la ciudad durante dos mandatos y destacó por defender los intereses de la capital alcarreña, proteger a los más desfavorecidos y dejar un perenne recuerdo: D. Pedro Sanz Vázquez. Aterrizó muy joven en nuestra ciudad, procedente de Madrid, para ejercer su profesión de médico, aunque tenía raíces maternales en la localidad de Chiloeches. Su primer paso por el sillón presidencial del ayuntamiento de Guadalajara fue el 22 de mayo de 1939, en el cual permaneció menos de un año, pero fue muy productivo ya que consiguió la instalación de la Academia de Infantería en los terrenos de la fundación de la comunidad religiosa de Adoratrices. La no consecución del retorno de la Academia de Ingenieros a la ciudad, como se había prometido tras el devastador incendio que sufrió el edificio de la Academia en la noche del diez de febrero del año 1924, le desanimó para seguir al frente de la alcaldía. 

Regresó al despacho municipal de la alcaldía el 16 de junio de 1951 y permaneció como alcalde durante doce años, periodo que sólo ha sido igualado por los alcaldes: Javier De Irizar Ortega y el actual, Antonio Román Jasanada. Durante su mandato convirtió a Guadalajara en una ciudad moderna e industrial, destacando su compromiso total con la ciudad y recibiendo a todo el mundo en su despacho del edificio municipal de la Plaza Mayor. Unos de sus mayores logros fue el conseguir que a Guadalajara se la declarase polígono de descongestión de Madrid, lo cual supuso la creación de los polígonos del Balconcillo y el Henares, creándose miles de puestos de trabajo. Este logro de Pedro Sanz Vázquez fue muy agradecido por la sociedad arriacense y fueron más de cinco mil vecinos los que se manifestaron en la Plaza del Consistorio para dar las gracias a su alcalde por el logro conseguido.

Su sensibilidad hacía los más humildes de la ciudad hizo que cediese un terreno municipal a la Delegación de Sindicatos para la construcción de más de cien viviendas en el barrio del Alamín. Igualmente en los terrenos aledaños al Convento de San Francisco construyó una urbanización de viviendas para familias sin recursos económicos y que en la actualidad sigue llamándose “ Colonia de Sanz Vázquez”. 

Su pasión por el mundo taurino le animó junto a su amigo y concejal, Juan Ruiz, el cual poseía un negocio de Sombrerería en la Plaza de Santa Clara, a la construcción de una moderna plaza de toros en el paseo de Las Cruces, sobre una plaza de madera que existía en el mismo lugar.

Otro logro suyo durante su mandato fue el desvío de la carretera de Barcelona por el centro de Guadalajara. Existe una anécdota muy curiosa sobre este asunto. Pedro Sanz Vázquez se encontraba en su domicilio descansando con su familia, recibió una llamada del ministro de Obras Públicas, Fernando Suárez de Tangil, informándole que se encontraba en Guadalajara en un gran atasco y que inmediatamente mandase a la Guardia Urbana para sacarle de allí. El alcalde de Guadalajara le respondió que le agradaba esa llamada ya que llevaba varios años reclamando al Ministerio que el presidía, la circunvalación de la carretera de Barcelona a su paso por Guadalajara. 

La ciudad de Guadalajara le reconoció los servicios prestados a la ciudad, poniendo su nombre a una Avenida de Guadalajara, pero sería muy justo igualmente, que una escultura con su figura presidiese algún rincón de Guadalajara.