Un comercio muy recordado en Guadalajara: 'Casa Camarillo'

12/01/2020 - 13:23 Eduardo Díaz

En el año 1920 cumplió su sueño de abrir un lujoso bazar en el numero nueve de la Calle Mayor, en pleno corazón de la ciudad.

 En el rincón de esta semana vamos a recordar un comercio que estuvo abierto durante muchos años en Guadalajara y que perteneció al histórico personaje de Guadalajara, Tomás Camarillo. El inolvidable fotógrafo nació en Guadalajara el 29 de diciembre de 1897 y al quedarse huérfano, desde niño, se trasladó a Madrid donde ejerció diversos oficios como: repartidor de una tienda de ultramarinos, trabajador del periódico La Región e igualmente estuvo durante algún tiempo como escribiente en un Juzgado.

En el año 1909 regresó a su querida Guadalajara e instaló un kiosco de golosinas en la céntrica plaza del Jardinillo, justo enfrente de la iglesia de San Nicolás. En este singular puesto vendía pipas, caramelos, tebeos, cromos y los famosos cigarrillos de liar que tanta fama tenían en la ciudad en aquella época. Igualmente, y debido a su afición a la música, comenzó a comprar pianos que posteriormente alquilaba para las fiestas de numerosos pueblos de la provincia. Pero la gran pasión de Camarillo era la fotografía, con su voluminosa cámara fotográfica plasmaba las imágenes de Guadalajara y de la mayoría de los pueblos de su provincia.

En el año 1920 cumplió su sueño de abrir un lujoso bazar en el numero nueve de la Calle Mayor, en pleno corazón de la ciudad. En el establecimiento se podían obtener todo tipo de objetos de regalo, juguetes, bisutería y aparatos de radio. Pero sin lugar a dudas, los objetos más preciados de la tienda eran los voluminosos pianos que se instalaban en el sótano del establecimiento y las modernas cámaras fotográficas, con el consejo de un gran profesional de la fotografía como era Camarillo. Tenían igualmente mucho éxito las Gramolas que eran adquiridas en su mayoría por empresarios locales de hostelería como: El ‘Café Las Columnas’, el bar ‘El Casinillo’ y el Hotel España, para realizar animados bailes en sus salones.

Fruto del valor y arte de sus imágenes, en el año 1944 se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid una exposición de fotografías de Guadalajara y su provincia, siendo inaugurada por el ministro de Educación, D. José Ibáñez Martín. Cuando le llegó su merecida jubilación, cedió su tienda a su sobrina Carmen Camarillo, la cual confió la dirección del establecimiento al gran amigo y compañero de Tomás Camarillo, Antonio Márquez. La tienda seguía siendo todo un referente de la fotografía e igualmente se añadieron objetos de recuerdo de Guadalajara para todos aquellos que visitaban la ciudad.

En el año 1954 Tomás Camarillo fallecía en su domicilio de la calle Luis de Lucena y dejaba una huella imborrable en Guadalajara, con sus conocidas fotografías y películas, que hoy pueden observarse en el Centro de la fotografía histórica de la Diputación de Guadalajara. El Ayuntamiento de Guadalajara le rendía homenaje con la colocación de una plaza en la casa donde residió e igualmente una calle en su honor en la zona del parque Sandra. En el año 1996, la tienda de Camarillo cerraba definitivamente sus puertas y en la actualidad su lugar lo ocupa un comercio dedicado a la venta de aparatos audiófonos. El último homenaje que recibió Camarillo fue la colocación de un busto en su honor en la plaza del Jardinillo, justo en el mismo lugar en donde se hallaba su primer negocio en Guadalajara. Años más tarde y sin saber las causas, la escultura fue recolocada unos metros hacía atrás en el pequeño jardín de la plaza.