Un comercio muy recordado en Guadalajara: Sastrería Moreno

02/07/2023 - 16:19 Eduardo Díaz

La llegada a la ciudad de Guadalajara de la Academia de Ingenieros Militares en el año1833 trajo consigo el dinamismo de la vida social y la creación de numerosos comercios de todo tipo.

 Por Eduardo Díaz

Estos comercios tenían como objeto la creación de los uniformes tanto de oficiales como de los cadetes de la instalación militar, ubicada en la plaza de la Fábrica, hoy llamada de España, se abrieron varias tiendas de sastrerías.  

Las más famosas y prestigiosas se encontraban a lo largo de la calle Mayor y pertenecían a las familias Palomares, Razola y Moreno. El trágico incendio de la madrugada del 9 de febrero de 1924 dejó a la Academia de Ingenieros prácticamente en cenizas y pese a que desde el Gobierno se prometió que el edificio sería rehabilitado, ello no se llevó a cabo suponiendo la desaparición definitiva de la Academia de Ingenieros en Guadalajara. 

Una de las sastrerías que pudo seguir su actividad fue la de la familia Moreno, que se encontraba en la calle Mayor junto al Casino Principal. Su propietario Florentino Moreno, junto a su hijo Gregorio Moreno, tuvieron que adaptarse a los nuevos tiempos compartiendo uniformes militares con trajes para la sociedad civil. Debido a la gran cantidad de uniformes militares que habían elaborado durante la estancia de la Academia de Ingenieros seguían teniendo numerosos clientes del rango militar tanto de Guadalajara como, y sobre todo, de la vecina provincia de Madrid. Igualmente la Sastrería Moreno era la encargada de fabricar los uniformes y los famosos capotes de la Guardia Civil de Guadalajara, cuyo cuartel se encontraba en aquella época en el antiguo Palacio de los Guzmanes en la barriada de Budierca.

Pero la mayor actividad de la sastrería Moreno era realizar el traje y las prendas de paisano que incluían chaquetas, abrigos, pantalones y la especialidad de la casa, el frac, utilizado en grandes eventos y celebraciones. Curiosamente el Ayuntamiento de Guadalajara compraba el frac para el alcalde y sus concejales en esta prestigiosa sastrería para utilizarlos en las procesiones de la festividad del Corpus Christi y la de la Virgen de la Antigua, el 8 de septiembre.

Con el paso del tiempo la sastrería Moreno se trasladó a un local comercial en la plaza de San Esteban y cuando se jubiló su propietario fue su hijo Gregorio el que tomó las riendas del negocio trasladándose de manera definitiva a la plaza del Concejo. 

Gregorio tenía una gran visión comercial y aparte de su local, los domingos por la mañana se desplazaba a diversas localidades de la provincia con su motocicleta y a la salida de misa repartía unas papeletas de propaganda que decían así: “ Si elegante quiere ir, con traje bonito y bueno, solo tiene que acudir a la Sastrería Moreno”. La principal herramienta de Gregorio Moreno era su enorme mesa de cortar, las telas, las tijeras, el metro en el cuello y las tizas para marcar. 

En el año 1989, tras toda una vida profesional dedicada al mundo de la sastrería, Gregorio Moreno se jubilaba y dejaba una huella imborrable en la sociedad arriacense.