Un ilustre fotógrafo muy vinculado con Guadalajara: Francisco de Goñi

25/05/2025 - 13:45 Eduardo Díaz

Sus fotografías comenzaron a aparecer en el diario ABC y en las revistas Blanco y Negro, Gráfico, Nuevo Mundo, Esfera y en la de Actualidades. En 1918 Francisco de Goñi obtuvo una plaza de funcionario, trasladándose a Guadalajara para trabajar en la Delegación de Hacienda.

Francisco de Goñi y Soler nació en Madrid en 1873. Influenciado por su padre, ingresó muy joven como cadete en la Academia de Artillería de Segovia, pero Francisco De Goñi comprendió que lo que más le gustaba era el mundo  de la fotografía. Por ello decidió poner fin de manera definitiva a su carrera militar y comenzó su labor de fotoperiodismo en diversos medios de comunicación escritos.

Sus fotografías comenzaron a aparecer en el diario ABC y en las revistas Blanco y Negro, Gráfico, Nuevo Mundo, Esfera y en la de Actualidades. La mayor parte de sus fotografías publicadas hacían referencia a las diversas visitas que realizaba el Rey Alfonso XIII por las diversas ciudades de España.Es por ello que en los diarios y revistas de España aparecieron las imágenes de Francisco de Goñi en las visitas que realizó el Rey Alfonso XIII a la ciudad de Guadalajara. En concreto fueron célebres las visitas del monarca a la fábrica de automóviles de la desaparecida fábrica La Hispano- Suiza, las entregas de despachos con desfiles incluidos a los cadetes de la Academia de Ingenieros de Guadalajara, así como al Parque de Aerostación en el paraje cercano al Río Henares.

En 1918 Francisco de Goñi obtuvo una plaza de funcionario, trasladándose a Guadalajara para trabajar en la Delegación de Haciendo e igualmente fijó su residencia en la ciudad arriacense. Con el paso del tiempo en los bajos de su vivienda, de la calle de Miguel Fluiters número 25, abrió una amplia tienda de bazar con el nombre de Francisco de Goñi. En el bazar se podían obtener todo tipo de artículos musicales como pianos, gramófonos, armónicas y los discos de los cantantes más famosos del mundo musical. Igualmente también se podían obtener máquinas de escribir, prismáticos, relojes suizos y de manera sorpresiva pistolas automáticas, todo ello con máximas facilidades de pago y con descuentos en ventas al contado.

En sus ratos de ocio Francisco de Goñi siguió plasmando las imágenes de monumentos, así como de las tradiciones culturales de la ciudad de Guadalajara como procesiones, bailes y corridas de toros. Cuando llegó la Guerra Civil, Francisco De Goñi fue detenido por sus ideales monárquicos, siendo trasladado a la Prisión Provincial de Guadalajara, en la calle de la Virgen del Amparo. El trágico día del seis de diciembre de 1936, tras ser bombardeado el Palacio del Infantado, una columna de milicianos terminó con la vida de los presos que se encontraban en la Prisión Provincial, entre ellos Francisco de Goñi. 

Con el paso del tiempo, el empresario local Félix Ortega Nuño adquirió una vivienda en la calle Olmillos y realizando operaciones de limpieza encontró en el desván numerosas cajas que contenían placas fotográficas. Entregó estos documentos al inolvidable Santiago Bernal, que en aquella época era presidente de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara. En un arduo trabajo de investigación realizado por Mario Bernal, José Domingo Bonilla y María Villalba, todos ellos socios de la Agrupación, se comprobó que las imágenes pertenecían a Francisco de Goñi y quedaron depositadas en los archivos de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara. 

El Ayuntamiento de Guadalajara quiso recordar a la figura de Francisco de Goñi con un pequeño parque con su nombre en la urbanización Río Henares, muy cerca de la calle Francisco Aritio.