Un lugar de ocio que marcó una época: El Pub Chaplin

27/10/2024 - 11:46 Eduardo Díaz

A  finales de la década de los años setenta y principios de los ochenta del siglo XX, en la ciudad de Guadalajara existieron numerosos pubs y discotecas que dieron mucha alegría a la vida nocturna.

Uno de los locales preferidos de la sociedad arriacense era el pub Chaplin que se encontraba localizado en el número tres de la calle Álvar Fáñez de Minaya; esta calle está dedicada al caballero burgalés que según cuenta la leyenda conquistó Guadalajara en la noche del 24 de junio de 1085. 

El local era regentado por el empresario local Juan Antonio Martín Carraux, un enamorado del mundo de la magia y como él mismo se definía, un bohemio de la noche alcarreña. El vetusto lugar presentaba a la derecha de la entrada del establecimiento una sala de actuaciones con una barra de bar incluida y mesas con sillas para degustar las actuaciones en directo.

En el aspecto musical, por su peculiar escenario, desfilaron artistas de la talla de Joaquín Sabina, cuando era todo un desconocido en el mundo musical y el grupo musical Mandrágora. Esta banda musical estaba compuesta por Javier Krache, el cantante seguntino Alberto Pérez, el guitarrista Antonio Sánchez y el propio Joaquín Sabina. Para orgullo del propietario del local del pub Chaplin estrenaron en primicia el tema: “Pongamos que hablo de Madrid” que posteriormente fue cantado por numerosos cantantes de primera fila. Igualmente por el tablado del escenario desfilaron numerosos grupos locales de música siendo histórica la actuación del grupo Azimut, con una sala totalmente abarrotada de público.

Otro de los puntos fuertes de la singular sala de ocio eran las galas de magia. Pasaron artistas como Pepe Carroll, Pepe Regueira e incluso el propio Juan Antonio Martín, propietario de la sala. Pero sin lugar a dudas el mago que marcó una época en la sala del pub Chaplin fue Tamarit. Este famoso mago madrileño había comenzado su labor en el mundo artístico con el nombre de “Don Estrecho”, haciendo de tacañón en el programa televisivo ‘Un, dos tres’. Su actuación en la sala Chaplin, cuando todavía era un desconocido, marcó un antes y un después en la magia de Guadalajara. Con sus increíbles trucos dejaba boquiabiertos a los privilegiados espectadores que entraron a presenciar su actuación y siempre con su famoso grito de guerra, el ‘Chanta Tachan’.

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Un pavoroso incendio en el interior de la sala en noviembre de 1984, afortunadamente sin nadie en su interior, terminó con todos los recuerdos y anécdotas de la mágica sala, poniendo el fin definitivo al pub Chaplin. Con el paso del tiempo, Juan Antonio Martín Carraux abandonó la ciudad de Guadalajara y se instaló en la isla asiática de Indonesia. Allí siguió con sus trucos de magia e igualmente contrajo matrimonio con una mujer de dicho país, disfrutando de las playas de Mali. Al padecer serios problemas de salud dejó escrito que sus cenizas fueran lanzadas a las aguas saladas del Océano Pacifico, así se hizo un año después cuando falleció como consecuencia de una peritonitis.