Un torero que hizo las delicias de los aficionados taurinos de Guadalajara... Luis Sánchez Pardo 'El Momo'

Hoy sábado, a partir de las 20.00 horas, se celebrará en el Teatro Buero Vallejo de nuestra ciudad la X Gala Taurina de Toromundial. Un certamen que premia los mejores encierros de las localidades de la provincia de Guadalajara e igualmente homenajea a personas destacadas del mundo taurino. No debemos de olvidar que es en Guadalajara y su provincia en donde el toro es el auténtico protagonista de las fiestas patronales.

   En el rincón de esta semana vamos a recordar a un torero que se jugó literalmente la vida en todas las capeas de la provincia de Guadalajara y que era muy querido por su valor y su forma tremendista de lidiar a los toros. Su nombre era Luis Sánchez-Pardo Roldán, conocido popularmente como ‘El Momo’. El bueno de Luis nació en Madrid en el año 1935 en un barrio muy cerca del emblemático Coso Taurino de Las Ventas. Desde los 14 años comenzó su andadura taurina por las capeas de numerosos pueblos de la provincia como: Chiloeches, Humanes, Pastrana, Almoguera y Marchamalo, entre otros muchos. Cuando llegaba el invierno, ‘El Momo’ volvía a Madrid y allí se preparaba y tentaba en la plaza de Vista Alegre en el barrio de Carabanchel. La feria de San Isidro era su paraíso y no se perdía ningún festejo de la feria e incluso cuando no disponía de recursos económicos trepaba con gran agilidad por las paredes y accedía al interior de los tendidos. Cuando cumplió la mayoría de edad, en una tarde de toros en la plaza de Las Ventas con lleno hasta la bandera y presencia del inolvidable maestro Antonio Bienvenida, ‘El Momo’ se tiró de espontáneo ante un enorme morlaco de más de 500 kilos. La amistad que mantenía el empresario de la plaza, Luvinio Stuyck, con el padre de Luis, le evitó pasar la noche en el cuartelillo de la Policía Armada, aunque eso sí, ‘El Momo’ le prometió que nunca más volvería a actuar de espontáneo en la plaza de Madrid.

  En el año 1963 en las fiestas patronales de Humanes lidió una capea junto a los diestros: ‘El Temerario’ y Félix  Minchillo ‘Morenito de Guadalajara’. En una de las arrancadas de un enorme toro, ‘El Momo’ fue duramente corneado en la parte alta del muslo, dejándole totalmente inconsciente. Fue intervenido urgentemente en el Hospital Provincial de Guadalajara en la calle Madrid y sus compañeros de lidia le acercaron la manta con todo el dinero que habían obtenido con el pase del guante ante el público asistente. Cuando su familia fue a visitarle al día siguiente, lo encontraron en la cama contando el dinero que le habían regalado sus amigos maletillas.

  Una de las cosas que más impresionaba a los cirujanos taurinos de Guadalajara, como eran los doctores: Ramón Ochoa, Álvaro Hernando, Carlos Zorzo y Félix Calvo, entre otros, era el aguante y la rápida recuperación que tenía ‘El Momo’ de las terribles cornadas que sufrió a lo largo de su dilatada trayectoria taurina. No había pueblo y ciudad de Guadalajara que no conociese al valiente torero ‘El Momo’, muy estimado por su valentía y desafío tremendista, y pases de rodillas afarolados ante enormes toros. 
Antes de su fallecimiento, ‘El Momo’ recibió un emotivo homenaje en la localidad de Marchamalo por parte de los que fueron sus auténticos amigos dentro y fuera de los ruedos como: Felipe Jiménez ‘El Botas’, Aurelio Calatayud, Isidoro del Prado y Miguel Velasco.

  Luis Sánchez- Pardo ‘El Momo’ falleció el 26 de diciembre de 2007 en la residencia de ancianos de Sigüenza y a partir de ese año, cada aniversario de su muerte, se le recuerda con una misa en la parroquia de El Salvador, la cual es celebrada por Jesús Mercado, llamado cariñosamente como  ‘El Cura de los Toreros’.