Un viaje a ninguna parte

31/08/2019 - 12:26 Manuel Ángel Puga

 Esto es, por extraño que parezca, lo que celebra la Diada: la derrota que sufrieron los catalanes ante el ejército de Felipe V de Borbón el día 11 de septiembre de 1714.

Como es sabido, el próximo día 11 de septiembre se celebrará en Cataluña la llamada Diada. El Parlament catalán la declaró Fiesta Oficial de la Comunidad en el año 1980, aunque ya se venía conmemorando con anterioridad por parte de la minoría nacionalista. Pero, ¿qué se va a conmemorar el día 11?

La Historia de España nos dice que a la muerte del rey Carlos II, sin dejar heredero, quedó vacante el trono de España. Aspiraban a ocuparlo Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, rey de Francia, y el Archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador Leopoldo de Austria. Felipe de Anjou, luego Felipe V de Borbón, se anticipó y entró en España, siendo recibido con gran entusiasmo por el pueblo. Esto molestó al emperador Leopoldo, quien declaró la guerra a Francia. Comienza así la Guerra de Sucesión (no de “Secesión”, como pretenden los nacionalistas catalanes). Esta Guerra duró 12 años; durante ella los ingleses, que se habían aliado con Austria, se apoderaron de Gibraltar, plaza que aún poseen.

Puso fin a la Guerra de Sucesión el Tratado de Utrecht. Pero mientras todas las partes contendientes aceptaron el Tratado, las Cortes catalanas, que representaban los intereses de la clase dirigente y que eran partidarias del Archiduque Carlos, no lo aceptaron y le declararon la guerra a Felipe V, ya coronado rey de España. Comienza, pues, una absurda y desigual contienda que sólo duró un par de meses. Las tropas reales entraron triunfantes en Barcelona el día 11 de septiembre del año 1714.

  Esto es, por extraño que parezca, lo que celebra la Diada: la derrota que sufrieron los catalanes ante el ejército de Felipe V de Borbón el día 11 de septiembre de 1714… Sin duda alguna, comenzar aquella guerra fue un despropósito y un viaje a ninguna parte, al igual que lo ha sido la planificación y el desarrollo de todo lo ocurrido el 1-0 del año 2017. 

Como también es sabido, aquel 1 de octubre de 2017 se celebró en Cataluña un referéndum ilegal por el que fue proclamada la independencia. Como respuesta, el Gobierno de España aplicó en Cataluña el artículo 155 de nuestra Constitución, lo que ocasionó la huida al extranjero del entonces presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, así como la de otros miembros de la misma, y el encarcelamiento de varios políticos catalanes implicados en aquella ilegalidad, algunos de ellos todavía en prisión. 

El pueblo español ha tenido que esperar a que se celebrara el juicio para saber la verdad sobre la preparación del referéndum y sobre lo ocurrido aquel 1-0. Las declaraciones de los testigos, efectuadas ante el Tribunal Supremo, pusieron al descubierto toda la trama del “procés”. Así, Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y entonces coordinador general del dispositivo policial, denunció “la absoluta pasividad, nula colaboración y, en algunos casos, verdadera obstrucción a la actuación de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, por parte de los Mossos d´Esquadra, el día de la consulta soberanista”.

Por su parte, el entonces delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, hizo referencia a los Comités de Defensa de la República (CDR), quienes convocaron manifestaciones y concentraciones para entorpecer las actuaciones judiciales entre septiembre y mediados de noviembre de 2017. En sus declaraciones, también ante el Tribunal Supremo, dejó claro que los Mossos d´Esquadra no dieron cumplimiento al mandato judicial que se les había transmitido con el fin de impedir el referéndum del día 1 de octubre.

Para evitar que los nacionalistas catalanes sigan haciendo viajes a ninguna parte, con todo lo que ello representa y las pérdidas económicas que conlleva, es preciso crear un futuro común para todos los catalanes, ya sean separatistas o no separatistas. Es preciso elaborar un futuro que una a todos los catalanes. Como bien dice el periodista José María Marco, “se trata de plantear un horizonte atractivo para todos, en el que los catalanes, independentistas o no independentistas, se sientan, al menos parte, protagonistas de un futuro común”. La idea es excelente, únicamente añadir que este futuro común se deberá elaborar desde las escuelas, desde todas las escuelas catalanas, día a día, mes a mes, año tras año. Es una tarea larga que buscará, ante todo, hacer olvidar esa otra que desde hace más de 30 años se ha venido realizando con total impunidad… Habrá que recoger la mala hierba sembrada, y empezar a sembrar de nuevo. Difícil tarea, pero no imposible.