Una fábrica muy recordada en Guadalajara: La Bressel
Uno de los primeros empresarios de Madrid que apostó por implantarse en el polígono del Henares fue Emilio Bressel que adquirió una parcela en la calle Cristóbal Colón con la intención de ampliar su empresa en las cercanías de la capital de España.
El 23 de octubre del año 1959 el Consejo de Ministros aprobaba de manera oficial la declaración de la ciudad de Guadalajara como núcleo de descongestión industrial de Madrid. Esto trajo consigo que el Ministerio de la Vivienda adquiriese dos amplias parcelas para la instalación de los polígonos industriales del Henares y del Balconcillo en nuestra ciudad. Uno de los primeros empresarios de Madrid que apostó por implantarse en el polígono del Henares fue Emilio Bressel que adquirió una parcela en la calle Cristóbal Colón con la intención de ampliar su empresa en las cercanías de la capital de España.
Tras unas rápidas obras inauguró su factoría en el año 1971 con la especialidad de fabricación de carburadores para todo tipo de vehículos con la denominación de “ Weber- España”. La mayoría de los empleados eran de Guadalajara e igualmente ingresaron numerosos alumnos de la Escuela de Maestría Industrial, la cual se encontraba al principio de la calle Virgen del Amparo; en el primer año de su instalación la fábrica ya contaba con cuatrocientos empleados.
Poco a poco la fábrica amplió su producción con bombas de aceite y gasolinas lo cual trajo consigo una importante ampliación de plantilla e igualmente se implantaron tres turnos de trabajo.
Cuando al fundador de la empresa le llegó su jubilación, fue su hijo Alberto Bressel el que tomó las riendas de la empresa y al igual que su progenitor, consideraba a sus empleados como miembros de su familia.
Existe una curiosa anécdota de un empresario que visitó la factoría de la empresa de helados “Camy”. Cuando finalizó su visita y llegó a la altura de la “Bressel”, observó como numerosas personas corrían de manera despavorida por la explanada de la fábrica. Ante tal situación acudió a la dirección de la empresa para preguntar si había sucedido alguna incidencia en el interior. La respuesta de un directivo fue que esto sucedía a diario cuando sonaba la sirena de la finalización del turno de mañana y que los empleados salían disparados hacía sus vehículos para evitar el atasco de tráfico en el cruce de la glorieta junto al puente Árabe.
Ante la disminución de la utilización de carburadores en los vehículos la familia Bressel vendió sus activos a la multinacional italiana de “Magnete-Marelli”, que realizó jubilaciones anticipadas entre sus empleados así como varios despidos. Por todo ello en el año 2004 el empresario de Guadalajara Lorenzo Caballero adquirió la empresa a la multinacional italiana formando la empresa LCN, dedicándose a la fabricación de sistemas de dirección, carburaciones, cajas de cambio así como sistemas para asientos de vehículos que la han hecho un referente de empresa internacional en lo referente a recambios de automóviles.
En la actualidad en el interior de sus renovadas instalaciones trabajan alrededor de trescientas personas y es una empresa totalmente arriacense, siendo un orgullo para el tejido empresarial de Guadalajara. Igualmente no olvidan las raíces de esta empresa y en el año 2019 realizaron un caluroso homenaje a Alfonso Canón Bressel, nieto del fundador de la factoría, recibiendo una placa de la dirección y trabajadores de LCN en recuerdo a una de las empresas que más riqueza industrial generó en Guadalajara.