Una fábrica muy recordada en Guadalajara: La Hispano
Las obras de la construcción principal del edificio y de sus naves complementarias se realizaron durante el año 1917 y en junio del año siguiente, la factoría de La Hispano comenzó su actividad con algo más de cuatrocientos trabajadores.
En el rincón de esta semana vamos a recordar la fábrica “La Hispano”, la cual trajo consigo a Guadalajara años de progreso y esplendor industrial y que lamentablemente en la actualidad, sus antiguas instalaciones, se encuentra en total estado de ruina y abandono.
El 22 de febrero del año 1916, el alcalde de la ciudad don Miguel Fluiters Contera celebraba una sesión extraordinaria en el Ayuntamiento de Guadalajara para informar de que la prestigiosa sociedad de la Hispano Suiza tenía la intención de construir un centro industrial en Guadalajara. Ante esta grandiosa noticia para la ciudad, el Consistorio Municipal adoptó una serie de medidas para facilitar la llegada de este gran proyecto e igualmente facilitó la compra de los terrenos que finalmente fueron en una amplia parcela del comienzo de la carretera de Marchamalo, muy próxima a las vías férreas de la estación de ferrocarril de Guadalajara.
Las obras de la construcción principal del edificio y de sus naves complementarias se realizaron durante el año 1917 y en junio del año siguiente, la factoría de La Hispano comenzó su actividad con algo más de cuatrocientos trabajadores. Se comenzaron a fabricar aviones de caza de la marca “Hispano- Barrón” para la Aeronáutica Militar Española, camiones para la empresa petrolera de CAMPSA, furgonetas para correos y vehículos a motor del modelo “Guadalajara”.
El 6 de febrero del año 1920 el Rey de España, Alfonso XIII, acompañado de su esposa Victoria Eugenia de Battemberg, visitaban de manera oficial a La Hispano considerándose como la inauguración oficial de la factoría; el director de la empresa don Francisco Aritio mostró a sus majestades la totalidad de las instalaciones e incluso los monarcas finalizaron su visita fotografiándose con los directivos y la totalidad de los obreros en el patio interior del edificio.
Con el paso del tiempo la fábrica aumentó su producción con la incorporación de la Marca “Hispano-Aircraft” para la creación de aviones militares, pero esta marca se disolvió en el año 1925 y derivó todos sus activos a la Hispano de fábrica de Automóviles y Material de Guerra. En los momentos de mayor apogeo la empresa llegó a tener más de ochocientos trabajadores, muchos de los cuales se adaptaron perfectamente a la sociedad arriacense. Famosas eran las fiestas que los trabajadores realizaban en el mes de junio en el coso taurino del paseo de las Cruces, con numerosas cuadrillas de lidiadores y la realización de la suerte de Don Tancredo; por la noche realizaban las tradicionales verbenas musicales en el albero de la plaza de toros, a las cuales asistía la sociedad de Guadalajara.
En agosto del año 1936 y en plena Guerra Civil, las naves de La Hispano fueron bombardeadas lo cual trajo consigo el traslado de la maquinaria y de numerosos trabajadores a varias localidades de la provincia de Alicante poniéndose fin a la estancia de La Hispano en Guadalajara. Las antiguas Naves de la Hispano fueron posteriormente utilizadas a partir del año 1946 para la reparación de vagones de la Renfe y por último fue la empresa “Aceros del Henares” la que se instaló hasta el año 1978. Cuando esta empresa metalúrgica abandonó las naves, comenzó el total abandono de la antigua fábrica que es como se encuentra en la actualidad.