Una película que se rodó en Guadalajara: "A las mujeres les gusta la legión"

 La ciudad de Guadalajara siempre ha sido lugar elegido para el rodaje de numerosas películas a lo largo de su historia. Lugares como el Fuerte de San Francisco, el cementerio municipal, la estación de ferrocarril, el Palacio del Infantado, la calle Mayor y las antiguas cárceles, tanto de hombres como de mujeres, han sido testigos de numerosos rodajes que posteriormente pasaron por las salas de cine.

Próximamente verá la luz en nuestra ciudad un libro escrito por el historiador local Javier Solano, en el cual se narran y se observan imágenes de las películas rodadas tanto en Guadalajara como en su provincia y que llevará el título de: “ Rodando en Guadalajara”.

 En el rincón de esta semana vamos a recordar el rodaje de la película: “A la legión le gustan las mujeres”, que exceptuando el comienzo musical con la canción del mismo nombre que lleva la película, que se desarrolló en el Templo de Debod en Madrid, el resto del largometraje se rodó íntegramente en diversos lugares de Guadalajara y su provincia.

La película fue dirigida por el famoso director y guionista Rafael Gil Álvarez en el año 1976, tratándose de una comedia ambientada durante la Guerra Civil Española. Sus principales actores fueron: Manolo Codeso, Luis Varela, Ricardo Palacios y Venancio Muro, que interpretaron el papel de cuatro legionarios que se infiltraron en el bando de los Milicianos con el objetivo de rescatar a la novia de un Alférez del Tercio de la Legión. Era igualmente protagonista principal el actor Fernando Sancho, que realizaba  las labores de general en el bando de las Brigadas Internacionales.

El inicio del largometraje se desarrolla en la catedral de Sigüenza, trasladándose posteriormente las escenas del rodaje a Guadalajara, donde aparecen la tasca de “Casa Claudio” y la antigua cárcel de Mujeres. El campo de batalla se desarrolló en el paraje denominado como “Albolleque” en la vecina localidad de Chiloeches e igualmente se aprovecharon los caballos de una famosa finca. Los cuatro legionarios se infiltraron en el bando contrario en Aranjuez, siendo la ciudad de Azuqueca de Henares la que sustituyó a la localidad madrileña, realizándose la totalidad del rodaje en plena noche. 

El final de la película se desarrolló en el interior de la plaza de toros de Guadalajara, celebrándose un convite en el centro del ruedo por parte de las autoridades de las Brigadas Internacionales. A los postres se simulaba una corrida de toros con animales ficticios que eran  llevados por los propios legionarios. Durante el rodaje de la escena, la tribuna principal fue ocupada por una banda de música y sobre la barandilla se colocó una pancarta de color rojo con el siguiente lema: “ Brigadas Antifascistas Feministas de Guadalajara”. Al observar este panorama, una vecina de avanzada edad de una de las torres anexas a la plaza de toros sufrió un desvanecimiento teniendo que llamar su hija a la Policía para avisar de que Guadalajara había sido asaltada por el bando de los comunistas. Una vez personados los agentes en el Coso Taurino, comprobaron que se trataba del rodaje de una película y posteriormente se dirigieron a la vivienda de la persona que había llamado, para explicarle que todo era una escena que simulaba a las filas de los milicianos.