Vermús contra el 'acojonavirus'

04/04/2020 - 13:36 Antonio Yagüe

Los investigadores proponen que el efecto “gafas de cerveza” puede ser un buen recurso.

La red ‘Gafas de cerveza’ (beer goggles) es un término humorístico que se emplea cuando, gracias a los efluvios de esta bebida y seguramente de otras, el mundo, y en especial las mujeres (también los hombres, fuera machismos), parece más atractivo de lo que en realidad es. Dos estudios científicos mostraron la pasada década  que esa vista nublada por el alcohol distorsiona la percepción hasta el punto de maquillar a las personas poco atractivas.

La Universidad británica de Edge Hill acaba de refrendarlos tras analizar a 120 voluntarios, sobrios y menos sobrios (tras el equivalente a dos botellines). Se les mostraron por ordenador rostros atractivos y poco atractivos. Los sobrios se centraban en los atractivos mientras que la vista de los intoxicados se desviaba igualmente hacia unos que hacia otros.

Los investigadores proponen que el efecto “gafas de cerveza” puede ser un buen recurso, además de contra la fealdad, contra la discriminación, el racismo y otros sesgos deshumanizadores. También podría serlo para ahuyentar al “acojonavirus”, como le llama uno de mi pueblo. En este fin de semana de 15 días decretado y retribuido por el Gobierno, sin posibilidad de oficios, procesiones, pasos y la típica limonada, un par de cañas, vermús o vinos en casa al mediodía harían parecer el futuro menos negro y más llevadero. Luego, comida, siesta y a aplaudir al balcón.

Hasta marzo eran exitosos y concurridos los vermús sabatinos y dominicales, tras la misa o no, en bares y  típicas tabernas madrileñas y de buena parte de España. También en Guadalajara y algunos pueblos molineses con motivo de Navidad, Nochevieja o Ferias. Los ha habido solidarios para cuestaciones contra el cáncer y otras causas. Algunos conllevaban algo de mitin para confraternizar y captar votantes o clientes. Otros eran simplemente festivos, como el popular de Anquela del Ducado y de los penúltimos bares de la España vaciada. 

Se pusieron muy de moda. Para juntar a mucha gente y ser visto un poco más guapo y convincente, bastaba con convocar un vermú abierto y conversado. Durante estas inéditas vacaciones de Semana Santa podrían hacerse a diario mediante videollamadas o Skype. Puede que a alguno se le vaya la mano y las gafas de cerveza le nublen la cabeza entera. Todo se quedaría en cada casa. ¡Chinchín. Por todos!