Votos perrunos
Un monologuista graciosillo haciéndose el chino decía que el descalabro electoral socialista en Andalucía se produjo por los pelos. Se refería a la airada oposición del sector de la caza contra la Ley de Bienestar Animal, impulsada por Podemos desde el Ministerio de Derechos Sociales.
Un monologuista graciosillo haciéndose el chino decía que el descalabro electoral socialista en Andalucía se produjo por los pelos. Se refería a la airada oposición del sector de la caza contra la Ley de Bienestar Animal, impulsada por Podemos desde el Ministerio de Derechos Sociales.
Rectificar es de sabios, dice el refrán. Al menos de espabilados, cuando nueve presidentes autonómicos y 2.700 alcaldes se juegan en mayo la reelección. De paso, el resultado se interpretará como un ensayo de las generales. En las pasadas Sánchez logró 42 de los 103 diputados de las provincias de la España vacía.
En Moncloa han rebobinado y andan aderezando enmiendas hasta el día 21 que se cierra el plazo. De entrada, quieren echar una mano al trío Page-Lambán-Vara, ya que pueden bailar sus sillones en Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. El objetivo es sacar de la controvertida ley a los perros de cazadores y pastores, librarles de controles, prevenciones antimaltrato y las múltiples burocracias protectoras (certificaciones, cursillos, castración, etc.) de los canes “domésticos” en general.
La estrategia es muy antigua. Se anuncia otra ley anexa, para cuando sea, o en la propia se hace la trampa. Se introducen excepciones o agujeros para dejarla como un coladero. Se hizo bajo el Ejecutivo de Zapatero con la ley del tabaco de 2005 al otorgar las restricciones de fumar a los dueños de bares y otros locales. O con la vigente de bienestar animal (2007). Por razones de “patrimonio cultural” y de “libertad religiosa” se excluyeron la cruel lidia taurina y los degollamientos orientados hacia la Meca sin aturdimiento previo en los sacrificios de vacuno y ovino.
Aun así, Sánchez necesitaría para el desaguisado del apoyo del PP, porque los socios Frankenstein saldrán por peteneras. Podemos, lógicamente, se opondrá. Podría arañar al partido animalista PACMA alguno de los 220.000 votos inútiles (cero escaños) de las pasadas elecciones. Todo sea por algunos perros. Atentos.