Vuelan las mariposas


El 25-N  recuerda la memoria de las hermanas Mirabal, tres dominicanas asesinadas por su oposición a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

El lunes de esta misma semana se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha instaurada en el 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y en cuyos orígenes se enraíza la memoria de las hermanas Mirabal, tres dominicanas asesinadas por su oposición a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

El 25 de noviembre de 1960 fueron hallados los cuerpos de las hermanas junto con el del chófer que conducía el coche en el que viajaban. Las habían arrojado a un barranco pretendiendo simular una accidente de tráfico. Minerva, la mayor, tenía 36 años y era mecanógrafa. Patria, de 34 años de edad, cursó matemáticas. Y María Teresa tan sólo contaba con 25 años.

Las Mirabal lucharon contra la tiranía de Trujillo, uno de los regímenes más sangrientos de la historia. Esto las llevó varias veces a la cárcel, donde además fueron torturadas y violadas. En 1960 fueron sentenciadas a tres años de prisión, pero no llegaron a cumplir la condena porque unos meses después se les arrebató la vida.

Trujillo y sus sicarios debieron pensar que con la eliminación de las hermanas conseguirían amedrentar a los opositores a la dictadura, sin embargo este crimen provocó una enorme conmoción nacional constituyendo el inicio del fin del déspota, que fue asesinado en mayo del año siguiente.

Hermanas Mirabal. Foto de casamuseohermanasmirabal.com

Hubo una cuarta hermana Mirabal llamada Adela que tras el asesinato de Minerva, Patria y María Teresa dedicó su existencia a mantener vivo el recuerdo de sus hermanas, las Mariposas, pues mariposa era el alias con el que Minerva participaba clandestinamente en pos de la libertad. 

En 1930, Trujillo se alzó con el poder en la República Dominicana. Durante su largo mandato se impuso el miedo y una banda paramilitar, la 42. Por si esto fuera poco, a finales de 1950 se creó el SIM (Servicio de Inteligencia Militar), una suerte de policía secreta entre cuyas funciones destacaban las de aterrorizar a la población y establecer lugares tenebrosos para llevar a cabo torturas.

Precisamente desde el SIM se perpetró la liquidación de las Mariposas. Primero las estrangularon y luego las apalearon para asegurarse de que habían fallecido. Empero, el crimen no quedó impune y con el dictador ya muerto, los asesinos fueron enjuiciados y condenados.

Rafal Leónidas Trujillo era, sencillamente, una mala persona que lideró una dictadura en la que la vileza y la crueldad no conocían límites. Este ser indeseable era amigo de otros de su calaña como Somoza, Duvalier o Franco. Por eso, escuchar a un diputado nacional de VOX por la provincia de Toledo clamar en el Congreso de los Diputados a favor de la dictadura franquista nos pone a muchas los pelos de punta.

Dictadura es un término que señala el fin de la libertad y la razón; por eso me molestan quienes califican frívolamente de dictadura cualquier cosa que no les gusta. Hágase crítica política con la mayor contundencia, pero no se tilde de dictatoriales a decisiones democráticas por muy erráticas que nos parezcan, pues abusar de este comportamiento conduce a vaciar de significado el oprobio de las dictaduras de verdad.

Verán, que Trujillo estaba obsesionado con Minerva era un secreto a voces. Por ello, ante las circunstancias que concurrían, nuestra Mariposa pronunció la siguiente frase: «Si me matan sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte». Y eso es exactamente lo que sucedió.

En julio de 1981, en la ciudad de Bogotá, se celebró el I Encuentro Feminista de Latinoamérica y Caribe, reunión en la que se llegó al acuerdo de que el 25 de noviembre sería el Día de la No Violencia contra la Mujer en homenaje a las hermanas Mirabal, convirtiéndose en el referente que dieciocho años más tarde adoptó la ONU.

Desde entonces las Mariposas, que en tanto figuras universales en Guadalajara también las sentimos como propias, sacan los brazos de la tumba para rodear sorealmente a todas las víctimas de la violencia machista. Tienden sus extremidades eternas a todas las mujeres y a todos los hombres que se alían con nosotras en el camino hacia la igualdad entre los sexos. Créanme, las Mirabal  y otras mujeres extraordinarias como ellas vuelan y nos abrazan para construir un mundo de libertad, justicia y paz. 

PD. Si eres víctima de la violencia de género o conoces a alguna mujer o chica que pudiera serlo, no dudes en llamar al teléfono 900 100 114 o al 016. Desde allí os proporcionarán información sobre qué hacer y dónde acudir las 24 horas de todos los días del año.