Wonder Woman 1984: Ella sí lo merece
Muchos se han cebado con ella, pero con media hora menos puede que la historia hubiera sido bien distinta. Lo que está claro, es que se trata de una película que merece ser vista en el cine.
El cine a veces engancha y a veces repele. Sin embargo, hay películas que no son buenas ni malas en sí mismas, que son simplemente correctas y a las que les afecta más de lo que deberían las expectativas.
Wonder Woman ha compartido con Tenet el honor de ser la gran salvadora de las salas de cine en esta era covid. ¿El honor o el deber? Las expectativas eran máximas y con ambas el sabor de boca del estreno ha sido... agridulce. ¿Pero ha sido a caso un juicio justo?
Seamos sinceros: ni Tenet es el mejor trabajo de Nolan ni Wonder Woman 1984 es una gran película (aunque en opinión de un servidor sí mejor que la floja primera parte). Sin embargo, en estos tiempos la simple corrección parece insuficiente porque necesitamos milagros. Y Wonder Woman 1984 precisamente milagrosa no es.
Patty Jenkins y Gal Gadot vuelven a unir fuerzas para repetir el ¿éxito? de la primera entrega. Ahora bien, lo hacen apostando por un tono mucho más cercano al de Superman 3 (1983), con un arranque, tras el prólogo sobre la infancia de Diana, que recuerda al de aquella. El tono también parece querer jugar con el humor, inclinándose hacia el público infantil. Sin embargo, es aquí donde la película comete su mayor error: en la indefinición de la propuesta.
Wonder Woman no es tan divertida como para ser una película de superhéroes de los años 80 ni tan seria como para enganchar al adulto medio actual. No logra recrear la magia del primer Superman y le sentaría de maravilla un tijeretazo que aligerase media hora de metraje porque se alarga innecesariamente, sobre todo durante el primer tercio de la película. Es un mal recurrente en el cine de hoy en día, caer en el exceso de diálogo y eternizar la presentación de personajes. También se olvida del humor. Superman molaba mucho, pero Clark Kent era un metepatas. Diana es genial con y sin lazo. De hecho, resulta tan perfecta cuando va de calle que casi parece cursi.
Tan solo la aparición de Chris Pine es capaz de dotar a la película de un humor que tampoco habían logrado transmitirle Pedro Pascal ni Kristen Wiig, cuyos clichés no merecían tanta atención en pantalla. Es cuando comienzan las aventuras de Pine y Gadot cuando la película realmente empieza a funcionar… y para entonces algunos ya pueden estar aburridos.
Quizás Wonder Woman acierte al intentar recuperar al niño que éramos cuando nos dejamos deslumbrar por Superman. Quizás esté en el buen camino al cambiar el tono sombrío que han tenido últimamente las adaptaciones de DC por otro más luminoso, seguir más la senda de Aquaman y Shazam que la de los productos Snyder. Quizás su fe en la humanidad sea muy necesaria en estos tiempos en los que necesitamos creer en nosotros mismos, pero no por eso es una gran película.
Entrar en la sala de cine esperando ver un gran evento es condenarse, porque la mezcla no es perfecta, pero hacerlo por amor al cine, porque es la gran superproducción que intenta salvar las salas mientras tantas otras huyen al streaming, sin duda nos permitirá arrebatar el protagonismos a los defectos y dejarlo en manos de esos momentos épicos y emotivos, que los tiene, que tan maravillosamente acompaña la banda sonora de Hans Zimmer. En estos tiempos, ir al cine es un acto de amor hacia al séptimo arte en sí mismo. Un acto de amor que Wonder Woman sí se merece.
Wonder Woman 1984
Año: 2020
País: Estados Unidos
Directora: Paty Jenkins
Reparto: Gal Gadot, Chris Pine, Kristen Wiig, Pedro Pascal