Y ahora el apagón

03/05/2025 - 10:58 Pedro Villaverde Embid

A la memoria nos viene la reciente recomendación de la Unión Europea de tener un kit de seguridad a mano y entendemos ahora el motivo.

Llegó el siglo XXI, que todos esperábamos de explosión tecnológica y avances- poco menos que los coches volando-, y nos vemos a la luz de una linterna escuchando en una radio a pilas el ‘parte’ del presidente del Gobierno que nos anuncia que ha habido un apagón, sin descartar cualquier posible causa ni decir cuando volverá la luz. Las calles quedan en la oscuridad más absoluta- menos mal que anochece tarde-, las alarmas de los negocios y sus cámaras de vigilancia no funcionan, bares, supermercados y demás negocios echan el cierre- si pueden-, vecinos  suben a pulso a personas con discapacidad hasta el piso que sea necesario, móviles, frigoríficos, microondas, calderas, televisiones... apagados, muchos grifos sin agua, trenes parados con viajeros perdidos a medio camino y atascos en carreteras. Puertas de garajes- y de muchos portales- abiertas de par en par, muchas personas haciendo acopio de combustible y papel higiénico como en la época de la pandemia, los colegios mandando a casa a los niños y la imaginación, como libre que es, dejándose llevar (menos mal que las redes no funcionaban), aunque cierto es que también afloró el buen humor, bastantes disfrutaron linterna en mano de la negra noche, la llegada de la luz se festejó como el gol que da un trofeo, no hubo apenas accidentes por la diligencia de los conductores pese a no haber semáforos y como en todas las crisis que nos toca vivir (atentados como el 11-M,Covid, Filomena, volcanes , refugiado de guerras,danas…) las fuerzas y cuerpos de Seguridad, los servicios sanitarios, Protección Civil y voluntarios minimizaron los efectos con su profesionalidad, siendo el polideportivo Multiusos buen ejemplo de ello.  
 A la memoria nos viene la reciente recomendación de la Unión Europea de tener un kit de seguridad a mano y entendemos ahora el porqué. En cualquier momento podemos quedarnos dos o tres días sin agua, luz ni alimento. Hemos hecho el ridículo a nivel internacional y sumamos otro capítulo de incidencias a este decepcionante siglo XXI que empezamos con atentados terroristas y continuamos con un pavoroso incendio en los pinares del Ducado, una pandemia mundial, una tormenta de nieve, numerosas guerras como la de Ucrania que generó una crisis enérgetica y hasta un volcán en erupción. ¿Qué será lo próximo?