Corría este mismo mes de noviembre, en 1989. Un año que parecerá muy lejano a esta nueva generación nacida en el siglo XXI, pero con una historia apasionante.

El calendario migratorio se impone. Huyendo de su invierno y anunciando el nuestro, las bandadas de grullas  sobrevuelan un año más la comarca en su largo viaje de 4.000 kilómetros desde Escandinavia y Rusia hacia África.

La custodia de los hijos, ese “oscuro objeto del deseo” en numerosos procesos de separación o divorcio.

“Que Donald Trump se ha beneficiado de los vientos populistas, es incuestionable.  Que su mejor director de campaña, lamentablemente, ha sido su predecesor, también”

La contemplación de la realidad nos permite descubrir que, en nuestros días, muchas personas pretenden encontrar la felicidad en la acumulación de bienes materiales, en la búsqueda del placer y en la obsesión por el poder.

En este caso hablamos de mi amigo Emilio Cuenca, cuya esquela salió hace dos semanas.

 Page hizo  en Molina de Aragón una lluvia de promesas como guiño al vacío anterior de su colega Cospedal.

Ella forma parte de la cultura política que ha pasado de la democracia mecánica a la deliberativa.

La democracia se nos da como un vacío que hay que llenar (formatear diríamos ahora) con actitudes y valores.

En esta nueva cita mensual con los lectores de Nueva Alcarria que los magníficos mensarios de las iglesias románicas de Beleña de Sorbe y Campisábalos nos están ayudando a trenzar y argumentar, toca abordar el penúltimo mes del año

Me fui el pasado sábado por tierras del Alto Rey, que hacía varias semanas que no iba por la Sierra Norte.

Si ya es viejo aquello de di lo que quieras que me opongo, ahora parece estar de moda nuevamente.

Un aspecto interesante del saber elegir viene dado porque toda elección implica una renuncia.

En democracia, como en muchas otras organizaciones, la conducta personal es más importante que las ceremonias, los registros,  las actas o tomas de posesión, las  certificaciones, los ritos de transmisión o las documentaciones.

La vida de todos los miembros de la Iglesia, y sus instituciones, debe ser testimonio de misericordia para la sociedad.

Tal vez un noviembre duro por la formación de  Gobierno y también porque Estados Unidos celebraba también elecciones y a nadie se le escapa su gran repercusión para el mundo entero.

 Esta semana manda la sorprendente noticia de la victoria de Trump en las elecciones a presidente del país más poderoso e influyente del planeta tierra.

La polémica suscitada en estos días acerca de las tareas escolares parece asentada sobre un planteamiento, cuando menos, revisable.

Los cristianos, por el sacramento del bautismo, además de recibir el perdón de los pecados, somos injertados en la vida de la Trinidad Santa e incorporados a la Iglesia, la gran familia de los hijos de Dios.

Bienvenidos a la Tierra del Quijote. Así rezan las catorce  gigantestas señales sobre fondo rojo chillón que el ejecutivo de Castilla-La Mancha está colocando a la entrada de las principales vías en las lindes con las comunidades vecinas.