Debemos acoger con satisfacción el estudio de más de cincuenta folios que ha presentado esta semana el alcalde de Guadalajara.
Tendríamos que lograr que los buenos sentimientos se plasmen en acciones concretas hacia nuestros semejantes.
A raiz de lo que está pasando en Madrid me acuerdo de la indignación que me producjo en el año 2000 la supresión den las matrículas del indicativo de cada provincia.
Los pequeños, además de no tener que ir a clase, anhelan la llegada de los Reyes Magos cuyos cargamentos son siempre esperados.
Dicen que los Reyes Magos junto al oro, incienso y mirra llevan carbón a mano para pequeños y mayores que no han sido buenos.
En ocasiones el 1 de enero tiene un especial significado para la ciudadanía.
Estrenamos el nuevo año con la mirada hacia adelante porque interesa mucho el porvenir.
La semana pasada visité en tierras arriacenses un restaurante vanguardista en un caserón de la época de Leovigildo.
Hablamos de doble fondo de la democracia cuando ciertas convicciones en los jóvenes duran mientras no rocen nuestras condiciones de vida o afecten a nuestros intereses.
Era un angelote, veterano, con varios siglos encima y rubio como las mieles de la Alcarria.
Entre ilusión e iluso debe de haber una frontera mínima, pero prefiero quedarme con la primera y sacudirme el escepticismo de los demás.
Los intelectuales y los activistas de la nueva izquierda se presentan como redentoristas.
Tanto amó a España que se hizo célebre la expresión 'Me duele España'.
En Guadalajara las perspectivas acompañan y proyectos importantes, de los que cambiarán el futuro, avanzan en lugar de permanecer estancados.
¿Qué se entiende hoy por política? Es un concepto muy difuso .
El año que empieza es el que debe preocuparnos y no el milenio que estamos viviendo desde el año 2000.
Me remonto a los años de mi niñez, pubertad y primera juventud. Esos en los que la ingenuidad envuelve a la curiosidad y ésta a la osadía.
Para Nueva Alcarria, año especial por la recuperación de su tradicional fiesta de Los Populares, la celebración de su primer Desayuno informativo y la publicación de Guadalajara, memoria de la ciudad. 1800-1936, escrito por Javier Solano.
Los jóvenes y no tan jóvenes tenían la costumbre de hacer una inocentada que duraba todo el día.
Tal vez no sea ahora el momento, en estas entrañables fiestas, de hacernos melancólicas reflexiones.