Artículo de opinión con motivo de la Semana Internacional de la Ciencia y del Día Internacional para la Tolerancia, promulgados por Naciones Unidas.
Mirando al cielo con miedo reverente, temerosos -como los galos de Astérix- de que el cielo caiga sobre nuestras cabezas, andamos estos días en media España.
No hace tanto tiempo que miles de científicos compartieron sus conocimientos para solucionar un problema común: la pandemia por la covid-19.
Qué sea un paisaje sagrado es algo que puede plantearse. La solución ya es más difícil, porque requiere aportar y analizar diversos factores, entre los que aparecen la geografía, la historia y el saber arqueológico. Esto es lo que ha intentado la cronista Cristina Jiménez Balbuena con el análisis de su pueblo.
Recordamos cómo fue aquel trágico sábado del 14 de octubre que por la mañana había comenzado con misa y ofrenda de productos a la Virgen de la Antigua.
¿Cómo andamos? No nos ha llevado la riada, pues bien”, se repetía el pasado puente en Molina de Aragón, donde la dana precursora del Día de los Muertos se cebó sobre el río Gallo y la Hospedería de la Virgen de la Hoz.
Como Secretario de Organización Provincial del PSOE de Guadalajara, quiero aportar una reflexión sobre el reciente debate en torno al desempleo en nuestra provincia y la necesidad de abordar esta cuestión desde la responsabilidad.
Las obras del nuevo camposanto comenzaron en el año 1830, bajo la dirección del arquitecto municipal José María Guallart.
Seguro que alguna vez te has preguntado por qué hacemos lo mismo todos los días. Te levantas, trabajas, pagas tus cuentas, comes, te duermes y al día siguiente vuelves a empezar. Algo así como un “día de la marmota”, pero en versión infinita.
Los expertos del sector ponen cifras al “drama” de la vivienda: se necesitan 350.000 pisos de alquiler social y 1,5 millones de unidades asequibles.
Cuando llegan elecciones o catástrofes como la de Valencia se disparan los bulos, patrañas o ‘fake news’ que multiplican el desconcierto y el miedo.
La siguiente afirmación no les va a sorprender ni escandalizar, es más, les va a ratificar su principal pensamiento no escrito: “Este país está gobernado por una auténtica caterva de ineptos”.
Esta conocida retahíla se canta en nuestra tierra como villancico, pero también se usó, antiguamente, como rito de paso funerario para 'ayudar a bien morir'.
Muertes, destrucción, negligencias, indignación y solidaridad de una nacion.
Claro está que cuando estos desastres ocurren llevándose por delante vidas humanas y un sinfín de calamidades, hemos de reflexionar si la acción del hombre sobre la tierra es lo más acertada posible.
Con su fina ironía, decía el escritor y filósofo catalán Eugenio d’Ors que en Madrid a las ocho de la tarde o das una conferencia o te la dan. En Guadalajara, en ocasiones, es lo mismo, aunque un rato antes.
El 17 de octubre, en el Archivo Histórico Provincial, tuvo lugar la presentación del libro que acaba de aparecer, escrito por Ángel Mejía Asensio, sobre “El puente de Guadalajara”. Una oportunidad de saber más, mucho más, sobre este elemento patrimonial tan querido de todos.
“Si la huella personal y humana de Ramón Hernández en Guadalajara es cálida y evidente, la literaria alcanza el nivel de realmente notable pues aquí, ambientó una de sus mejores novelas: El Ayer perdido (1986)”
Queremos en estas fechas citar a algunas de las personas que nos han dejado en este 2024 como homenaje, a través de ellos, a todos los difuntos porque todos han dejado su particular huella.
El viajero se ha echado a recorrer sobre suculentos caminos de hierbas altas y pedegrosas certezas la Alcarria que media entre el arroyo Matayeguas y el río Ungría. Los valles de la Alcarria, todos olivos y bosquedas, urracas en pelea, alguna serpiente que huye...