La importancia de la salud y la belleza en la sociedad actual
Belleza y salud, una cualidad y un estado que siempre han ido de la mano. Los altos niveles de exigencia y los cánones de belleza establecidos en nuestra sociedad influyen directamente en las actuaciones y métodos de cuidado de muchos.
La belleza es un concepto, una cualidad presente en una cosa, objeto o persona que complace a la vista y produce un placer intenso en la mente.
Si nos detenemos un poco en la historia, la belleza ha sido representada en el arte y la ciencia a través de aspectos sociales. Desde hace siglos, la sociedad ha realizado obras de arte, arquitectura hermosa, esculturas bellas y pinturas que responden a esta cualidad. A lo largo de los años, la belleza depende de muchos factores: la cultura, la sociedad, el auge de las redes sociales, la televisión y es un concepto que siempre ha movido y ha transformado a la humanidad entera.
El estereotipo de belleza ha ido variando con el tiempo. Si nos fijamos, por ejemplo, en la `Venus de Willendorf´, correspondiente a la época paleolítica (entre los años 27.500 y 25.000 antes de Cristo), observamos un canon de belleza que dista mucho del actual. Esta figura posee escaso equilibrio entre las medidas de su cuerpo, todas están muy acentuadas. Muchos años más tarde, en la década de 1630, vemos a tres mujeres entradas en carnes, pero proporcionalmente elegantes en el cuadro `Las tres gracias´ de Rubens. Si observamos a `La Maja Desnuda´ de Goya, de finales del siglo XVIII, contemplamos una mujer cuyas proporciones se asemejan más al ideal de belleza que existe en la época actual.
En cambio, el canon de belleza de nuestros días busca que el cuerpo esté atlético y delgado. El ejercicio físico y la buena alimentación son las claves para alcanzar esta meta. Las mujeres “perfectas” son aquellas que cumplen con los estándares de ser altas y delgadas, con caderas pronunciadas y pechos grandes, firmes, simétricos y sólidos. La piel bronceada y tersa, los ojos grandes, la nariz pequeña, los labios gruesos, el vientre liso, las piernas largas y torneadas y el pelo largo son otras cualidades que responden al canon de belleza femenino. En cuanto a los hombres, se prefiere a aquellos que estén delgados y musculosos, con muy poca grasa corporal. A estas características se agrega también el cuidado del cuerpo cada vez más frecuente, preocupación por el pelo, el vestuario y el vello corporal que antes no tenían los hombres. En ambos casos, el canon de belleza actual se basa en aparentar juventud y tener una figura firme. Es por ello que tanto hombres como mujeres pasan horas en el gimnasio, siguen dietas para mantener su cuerpo y muchos recurren al uso de cosméticos y tratamientos de estética.
A día de hoy, existe una inquietud constante por el aspecto físico. No hay nada malo en querer cuidar la apariencia, pero es importante recordar que la belleza es subjetiva. Lo que a una persona le puede producir placer visual, puede que a otra no le llegue ni tan siquiera a provocar nada. Sin embargo, una preocupación desmedida por el aspecto físico puede conducir a la aparición de trastornos alimenticios, pérdida de autoestima y, por consiguiente, afectar a la salud mental. Afortunadamente, hoy se está implantando una nueva tendencia, denominada “body positive”, un movimiento social creado para empoderar a personas con sobrepeso, a la vez que desafiar y cuestionar las maneras en que la sociedad presenta y observa el cuerpo humano.
LA SALUD
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Pese a que los conceptos de salud y belleza han estado fuertemente vinculados. Cuando hablamos de salud, hablamos de un cuerpo enteramente sano. Afortunadamente, la sociedad actual está concienciada de otra forma. Sentirse bien con uno mismo es muy importante para mantener una óptima relación con quienes le rodean. No se trata de seguir los cánones de belleza actuales, sino de corregir y reparar aquello que no es armonioso para que cada persona pueda sentirse a gusto con su cuerpo. En muchos casos el aspecto físico influye en la valoración que se tiene de uno mismo y es, precisamente, aquí donde entran en juego las redes sociales y las publicidades, dos herramientas potentemente influenciables.
¿Por qué la belleza influye en la autoestima?
En la sociedad actual hay cierta tendencia a aparentar o tener una buena imagen y, en muchos casos, guardar una buena apariencia no suele ser una opción. Es cierto que el concepto de belleza es subjetivo al cien por cien. Es más, cambia dependiendo de la cultura en la que vivas. Pero lo que verdaderamente es importante es gustarte a ti mismo. De hecho, si le gustas a todo el mundo y tú no te ves bien, tu autoestima podría verse afectada.
Lamentablemente, a día de hoy, en un gran número de puestos de trabajo el requisito fundamental es contar con una imagen cuidada, que incluso en ocasiones se llega a relacionar directamente con tu capacidad y valía a la hora de desempeñar ese puesto. Por no hablar de la juventud, que para muchos más que ser una característica momentánea de cada individuo en su crecimiento se ha convertido en una cualidad que refleja lo bello.
Indudablemente, uno de los factores que han influido mucho en este asunto es el auge de las redes sociales: aunque no siempre es así, un gran número de influencers muestra una imagen idílica de su vida, donde la belleza está presente a todos los niveles. Su propio trabajo lleva a que se beneficien de infinidad de tratamientos estéticos sin tener que pagar nada por ellos e incluso cobrando por recibirlos. Algo que sucede también cuando hablamos de su vestuario. Todo ello genera frustración en muchos de sus seguidores y llega a afectar a su autoestima.
Con los altos niveles de exigencia, el estado de ánimo de nuestra sociedad depende de los cánones de belleza que se han creado. La percepción que tienes de ti mismo influye en lo que trasmites a los demás. Si no hay confianza, no hay autoestima, ni tampoco aceptación, lo que deriva en la inexistencia de una buena proyección de uno mismo al resto del mundo.
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