En el rincón de esta semana vamos a recordar la antigua taberna denominada “La Palma”, la cual estuvo abierta durante muchos años en la calle de Santiago Ramón y Cajal, junto a la Concatedral de Santa María de la Fuente.
En el principio de los tiempos (antes de las inocentadas hispanas), se reunieron varios duendes para hacer una travesura.
¿Hemos pasado página demasiado rápido sin querer saber qué otras consecuencias puede acarrear la pandemia con la aparición de las nuevas variantes del virus (La última Ómicron)?
En la misma víspera de Nochebuena es momento para reconocer el éxito del mundo de la ciencia y la investigación, al que debemos apoyar, de sentirnos orgullosos del ejemplo dado por nuestra sociedad.
No queremos hablar de tristezas pero la situación sanitaria de este año- mejorando el anterior eso sí- hace que al menos resulten agridulces.
Para nosotros la mística es un texto de diálogo, de lo inefable, de amor, de la felicidad, de camino, de la consumación, en el que se supera nuestra elemental lógica.
Lo de Verónica Forqué no es más que un botón de una muestra anónima, silenciosa, de la que los medios hablan muy poco o nada porque viene a ser testimonio de nuestra propia vergüenza, la de una sociedad enferma.
Ante esta situación, que en todo caso requiere de mascarilla, ventilación y test de antígenos, reina la confusión, el debate entre el corazón y la razón, del deseo de estar con las personas queridas con la conciencia del riesgo real al que nos enfrentamos con cifras al alza, sobre todo de contagios.
Los expertos sanitarios anuncian que los problemas vendrán después de Navidad. Ya lo dijeron el año pasado y cada cual hizo lo que quiso muriendo después miles de personas.
Page, que no quiere más comparación con Ayuso. ha decidido no imponer nuevas prohibiciones en un guiño dirigido sobre todo al sector hostelero, clientes incluidos.
Por una noche el mundo se detiene para vivir el amor de la familia y de esas amistades sin las cuales no entenderíamos nuestra propia existencia.
Mi belén, caótico y desordenado como el momento actual de nuestro mundo, quiere ser el resumen de nuestra propia existencia: familiar, íntima, pequeña y muy complicada.
El virus sigue ahí, hay que mantener toda la precaución que sea posible, pero no podemos regresar al pasado ni dejar de reconocer los avances producidos.
Nuestra capital y provincia están a la altura demostrando el valor humano de sus hombres y mujeres, la gente que la integran y hacen especial.
En definitiva, la Constitución de 1931, vigente muy pocos años, tuvo la gloria y la tragedia de intentar el cambio social y el progreso, pero la intolerancia y el sectarismo primaron sobre la concordia y el pacto.
María de Molina demostró una indudable capacidad para el gobierno: sagacidad para encontrar la ayuda de la Iglesia, negociar con la nobleza y algo fundamental, que fue conseguir el apoyo de un buen número de ciudades.
En los pueblos corren los contagios desbocados según nos dicen los amigos de aquí y allá. Y no sé si acabaré contagiada por el Covid, pero seguro que acabo neurótica perdida ante cualquier tos o escalofrío, propio o ajeno.
El 56% de los españoles pesa más de lo que debería y el 22% sufre de obesidad.
El tiempo de Navidad es propicio para que numerosas ciudades de Europa y de gran parte del planeta se iluminen de una forma extraordinaria y celebrar así el gran acontecimiento que desde hace más de dos mil años, los cristianos de todo el orbe conmemoramos en estas fechas.
Desde el Gobierno regional vuelve a montarse una buene estructura con grandes profesionales, unidades móviles, utilización de centros educativos, de espacios como el nuevo centro de salud de Azuqueca o la Atención Primaria para vacunar de manera masiva a los niños.